El Jurado de esta edición del galardón ha estado integrado por el pintor y grabador José Hernández, en calidad de presidente; Rafael Canogar, que obtuvo este premio en 2011; el profesor y crítico de arte Fernando Castro Flórez; el director de la Feria Internacional de Arte Múltiple Estampa, Chema de Francisco, y el académico delegado de la Calcografía Nacional, Juan Bordes, que actuó como secretario.
Como refleja el acta del Jurado, que ha significado el compromiso social de la obra de Gordillo, se premia por unanimidad “la trayectoria desarrollada a través de una obra gráfica en la que ha sugerido una reflexión continua en este medio específico, dando ideas incluso a su propia pintura y alimentando su discurso plástico a la vez que ampliando los límites del arte gráfico”.
Referente artístico
Nacido en Sevilla en 1934, Luis Gordillo realizó la carrera de derecho sin, en sus propias palabras, “sentir vocación jurídica”. La auténtica vocación que en él anidaba fraguó, tras realizar estudios de Bellas Artes en su ciudad natal, a raíz de su marcha a París, en donde contactó con el arte de vanguardia.
Con los años, Gordillo -Premio Nacional de Artes Plásticas (1981)- se ha convertido en una de las figuras más singulares de la escena creativa española de la segunda mitad del siglo XX, marcando un estilo propio que, de un modo u otro, ha influido en el trabajo de muchos de los artistas pertenecientes a generaciones posteriores.
La importancia de la serie
Su trayectoria, siempre marcada por la experimentación continua así como por el cambio de registros en su producción, ha sido enmarcada dentro de la abstracción, una definición que encorseta un trabajo que va más allá, en un afán de descubrimiento de nuevos horizontes plásticos. En esa búsqueda se acercó al informalismo, siguiendo, entre otros, los pasos de Tàpies y Dubuffet.
Considerado como uno de los artistas españoles que mejor ha interpretado el arte pop en los sesenta, ha explorado la importancia de la serie y la repetición como herramienta compositiva.