Su proyecto Encuentros/Taller/2015 será desarrollado durante su estancia en las diferentes sedes del Observatorio Europeo Austral (ESO), ubicado en Chile, donde trabajará con sus mentores conceptualizando la parte más científica que la inspirará. En esta primera fase, la artista irá reuniendo el material necesario para construir luego su pieza (a través de notas, apuntes, cuadernos y pizarras). Posteriormente completará su residencia en el Futurelab de Ars Electronica, donde recibirá asesoramiento para la creación y desarrollo final del trabajo que se mostrará en la próxima edición del Festival Ars Electronica que se celebrará en septiembre en la localidad austríaca de Linz. La obra de Edwards será una de las obras centrales de la exposición que sobre arte digital y ciencia se exhibirá en LABoral Centro de Arte a partir del 12 de noviembre.
María Edwards trabajará en su residencia en la intersección, encuentro y conexión entre música, matemáticas y astronomía, ciencias y disciplinas esencialmente distintas pero provenientes de un mismo principio, de acuerdo con las conexiones filosóficas planteadas por Platón y Pitágoras. La artista construirá su obra, «inspirada en el orden del universo y las estrellas, percibidos desde la superficie o lugar que nos ha tocado habitar, replicando estos órdenes para hacerlos así transitables a escala humana». Su intención «no es llenar el vacío, sino más bien darle espacio para que exista y pueda ser percibido mediante la obra que se origine».
Espacio y equilibrio
En su propuesta, Edwards trabaja con el espacio procurando el equilibrio, la suspensión, la levedad y la pérdida de gravedad de los objetos, que se sostienen a través de su propio peso y contrapeso. Sus construcciones responden a un exquisito cálculo, a unos mecanismos, soluciones e intervenciones previas. Se trata de piezas que tienden a una rotación constante sobre su eje. Si bien pudiera parecer a primera vista que su acercamiento es eminentemente plástico, trasciende a lo científico y en particular al mundo de la física y la matemática. A juicio del jurado que falló este premio, «resulta especialmente atractivo por el potencial que ofrece a la residencia ofertada. La artista hace un gran esfuerzo por conectar la inspiración y el resultado de su obra con aspectos muy característicos de lo astronómico: objetos aislados en suspensión. Su trabajo pues trata de evocar la fascinación que suscita la astronomía».
El jurado, integrado por representantes de las nueve instituciones artísticas y Fernando Comerón, en nombre del socio científico, ESO, que integran la Red Europea de Arte Digital y Ciencia, recibió 147 propuestas procedentes de 40 países de todo el mundo. En su reunión acordó también conceder tres menciones honoríficas a los proyectos APEIRON or Evidence from the Sky’s Edge, de Anaïs Tondeur; Observation / Discovery, de Harald Haraldson; y The Observatory and The Observer, de Marcus Neustetter.
María Edwards
Tras graduarse en la Universidad Finis Terrae (Santiago, Chile, 2006) y completar una diplomatura en Cine, Dirección Cinematográfica y Fotografía en la Universidad de Chile, María Edwards viaja y se muda a Nueva York (2009-2012) para estudiar grabado e ilustración. Allí desarrolla residencias en la School of Visual Arts y en la Lower East Side Printshop. En 2012 recibe la invitación del Centro Artístico Cultural de Reinosa/Tamaulipas (México) para realizar una exposición individual, In Between, en el marco del Festival Internacional Tamaulipas.
Ha expuesto en Chile y en otros países como España, Estados Unidos, Argentina, Perú y México. Ha participado además en ferias de arte internacionales como Pinta Art Fair, en Nueva York; ArteBA, en Buenos Aires; Art Lima, en Perú; y ChaCo, en Chile. Ha sido galardonada recientemente con el premio honorario Arte para la Ciencia, concedido por la Comisión Nacional para la Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) en Santiago, Chile.