Para llegar hasta allí, Ferrández tuvo que participar en una dura competición con los mejores jóvenes chelistas del mundo a lo largo de 15 días, en los que superó una primera audición, tres rondas interpretando tres recitales y tres conciertos con orquesta en sesiones maratonianas.
El esfuerzo se ha visto recompensado con este premio, el más alto alcanzado jamás por un chelista español. Une así su nombre al de célebres chelistas premiados en este concurso, entre los que se encuentran Mischka Mayski (sexto en la edición de 1966) o Natalia Gutman (tercera en la edición de 1962).
El jurado formado por 13 de las principales figuras del violonchelo mundial (entre los que figuran Mischa Maysky, David Geringas, Ivan Monighetti o Mario Brunello), tras arduas negociaciones, decidió otorgar el primer premio a Andrei Ioniță de Rumanía, el segundo al ruso Alexander Ramm, el tercero al también ruso Alexander Buzlov, el cuarto a Ferrández, el quinto a la coreana Kang Seung Min y el sexto al holandés Jonathan Roozeman.
Único español
Pablo Ferrández era el único representante español entre los más de 600 candidatos, de entre 16 y 32 años, presentados para participar en la XV edición del Chaikovski en alguna de sus cinco categorías (piano, violín, violonchelo y voz –masculina y femenina–).
Esta XV edición, presidida por Valery Gergiev, tiene una carácter especial al servir también de conmemoración al 175 aniversario del nacimiento del gran compositor ruso que le da nombre. El concurso concluirá con dos galas con los premiados los días 2 y 3 de julio, en Moscú y San Petersburgo, respectivamente.
Pablo Ferrández es uno de los jóvenes músicos españoles más premiados internacionalmente. Prueba de ello son sus galardones en el Paulo International Cello Competition en Finlandia (2º premio), el Förderpreis del Festival de Rheingau, el Prix Nicolas Firmenich, Edmond de Rothschild Award, Leyda Ungerer Music Prize o Liezen International Competition, entre otros.
A Ferrández, que en la pasada temporada tocó con orquestas como la Filarmonica de San Petersburgo bajo la dirección de Yuri Temirkanov, la del Maggio Musicale Fiorentino o la Sinfónica de Galicia, le espera una agenda apretada en los próximos meses con conciertos por toda Europa y Japón.