tapices_pastranaEl proceso de restauración de estas obras –»conservación curativa», lo llaman los expertos– contó con el patrocinio del Fondo InBev-Baillet Latour (que protege el patrimonio belga) y de la Fundación Caja Madrid, que aportaron 50.000 euros cada una para la empresa, que tuvo un coste total de 150.000 euros.

Precisamente por esta restauración y la difusión de estos tapices, Europa Nostra y la Unión Europea han concedido uno de sus premios, en la categoría Conservación, a la Fundación Carlos de Amberes. El premio será entregado hoy viernes, a las 18.30 h, en el Concertgebouw de Ámsterdam por el presidente de Europa Nostra, Plácido Domingo, y la comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Vassiliou. 

Conjunto excepcional

Los cuatro tapices constituyen uno de los conjuntos más valiosos del último cuarto del siglo XV y denotan una maestría absoluta y una enorme riqueza en materiales. Además, tapices de esta época escasean, y sus motivos más habituales suelen ser religiosos o mitológicos.

La colegiata de Pastrana posee una colección de nueve tapices flamencos, seis de los cuales narran las conquistas del rey Alfonso V de Portugal. De estos seis, cuatro (con medidas de 11 x 4 metros) reflejan varias etapas de la toma de las ciudades de Arcila y Tánger por el monarca portugués (que por estas hazañas recibió el sobrenombre de “el africano”) junto a su hijo Don Juan, es decir: Desembarco en Arcila (20 de agosto), Cerco de Arcila (24 de agosto), Toma de Arcila (24 de agosto) y Entrada en Tánger (28 de agosto).

Gran interés histórico

Además, los cuatro paños son de gran interés histórico como documento de su época. En su parte superior, largas leyendas explican las escenas, menos en el cuarto tapiz, que ha perdido su parte superior. Se tejieron pocos años después de los hechos representados. Tapices que narraban hechos contemporáneos eran algo muy insólito en esa época, lo que convierte en excepcional esta serie. No sólo facilitan información sobre los personajes que aparecen representados, sino que también proporcionan datos de interés relativos a los uniformes y las armas de los portugueses y su flota. Nos muestran escenas bélicas donde aparecen soldados, armas, estandartes, combates, embarcaciones, ciudades y escudos y donde se reconocen claramente al rey Alfonso V y a su hijo Don Juan.

De Flandes a España

Se sabe muy poco de la procedencia de estos paños. Con casi seguridad se puede afirmar que fueron realizados en Flandes en el prestigioso taller de Passchier Grenier en Tournai por encargo del mismo Alfonso V. Aunque no existen documentos que lo demuestren, las similitudes con otros tapices procedentes de este taller apuntan en esta dirección.

Es incierta la forma en la que los paños llegaron a Pastrana y existen varias hipótesis al respecto. Algunos piensan que formaron parte del botín español obtenido en la batalla de Toro del 1 de marzo de 1476, que enfrentó Isabel la Católica a Alfonso V en la lucha por el trono español, mientras otros creen que el monarca portugués no los llegó a recibir nunca y que pasaron directamente al patrimonio de Felipe el Hermoso, duque de Borgoña, que se los llevaría a España al aceptar la corona de España en nombre de su esposa.

El único dato que se conoce a ciencia cierta es la fecha en que fueron donados por el duque del Infantado a la Colegiata. Ahora, un equipo de investigación trata de establecer qué itinerario previo siguieron hasta figurar en la testamentaría del duque en 1630.

A Washington y Dallas

Más de 130.000 personas han podido ya admirar estos tapices en las sucesivas exposiciones que siguieron a su restauración. Tras su paso por la Fundación Carlos de Amberes, viajarán a Washington para ser expuestos en la National Gallery y a Dallas, donde se podrán admirar en el Meadows Museum.

Los orígenes de la Fundación Carlos de Amberes de Madrid se remontan al año 1594 y promueve el intercambio cultural entre España y las antiguas Diecisiete Provincias de los Países Bajos (conocidos también como Flandes), que actualmente forman parte de los territorios de Bélgica, Países Bajos u Holanda, Luxemburgo y una zona del norte de Francia.

 

Reportajes a todo color

En palabras de Miguel Ángel Aguilar, presidente de la Fundación Carlos de Amberes, estos tapices «son reportajes a todo color de las hazañas de un Rey. Frente a la temática al uso en esa época limitada a escenas bíblicas y mitológicas, los tapices de Pastrana se aproximan a hechos históricos. El Rey, el príncipe Juan (futuro Juan II), los nobles de la época y los defensores de esas plazas están retratados con extrema fidelidad. Vencedores y vencidos quedan reflejados en actitudes ajenas al triunfalismo o a la humillación, sin exasperaciones ni merma de la dignidad».

A día de hoy sigue sin desvelarse el misterio de quién hizo el costoso encargo, ni cómo llegaron a la familia Mendoza que los cedió a la Colegiata en 1664. Para los portugueses tienen el valor que aquí atribuimos a Las Lanzas de Velázquez. Para la historia del arte son piezas únicas.

 

Madrid. Las hazañas de un rey. Tapices flamencos del siglo XV de la colegiata de Pastrana. Fundación Carlos de Amberes.

Hasta el 19 de junio de 2011.