En La burbuja, el narrador, destaca el jurado, «refiere una historia fantástica, un suceso extraordinario, dentro de una estructura narrativa clásica, de un desarrollo temporal ordinario, como recomendaba el maestro Cortázar. Por momentos parece inscribirse no en el realismo mágico, sino en lo real maravilloso, y da la impresión de que el autor quiere deshilachar los géneros al uso para hilvanar un estilo propio, acaso una especie de ‘realismo imposible’, donde lo ficcional permite remozar lo que verdaderamente ocurrió para adquirir el estado de cuento».

Colaborador en publicaciones como Jot Down, Anika Entre Libros o Cuadernos del Sur, su obra literaria incluye la novela La piel del lagarto y La botella de Bukowski. Además ha publicado los volúmenes de aforismos Usted está aquí y Talía desencadenada.

Como dramaturgo ha estrenado en teatros de Madrid, Barcelona y Granada, habiendo debutado en 2009 con El pez luchador. En los diferentes géneros literarios, sus obras han sido galardonadas en múltiples ocasiones. Desde 2018 es miembro académico de la Academia de las Artes Escénicas de España.

Con el objetivo de seguir promoviendo y difundiendo esta modalidad narrativa, hoyesarte.com convocó, con la colaboración de la marca de comunicación Alabra y de Arráez Editores, la cuarta edición de un certamen internacional que pretende reconocer la dedicación, el esfuerzo y el buen hacer de quienes se deciden a poner en práctica el arte de la literatura con las dos caras de su jánica condición: el oficio de la escritura y el hábito de la lectura. Además se quiere rendir un merecido homenaje a la figura del maestro, personificado en Francisco González Ruiz, cuyo papel es imprescindible en la iniciación a la lectura, antesala de la escritura, en las edades más tempranas de la vida.

Esta edición, en la que participaron 1.003 autores de 37 países, y las tres anteriores, en las que lo hicieron 3.643 autores, ponen de manifiesto la buena salud de la que goza el cuento escrito en lengua española.

– ¿Qué supone para usted lograr el reconocimiento como ganador de un Accésit?

Recibir cualquier reconocimiento como autor es un privilegio inmenso y una ocasión para agradecer profundamente al jurado que ha encontrado ese valor en mi texto. Vivo con gratitud hacia el arte de contar historias y hacia quienes comparten conmigo esta pasión que nos une: la literatura. Cada oportunidad de ganar lectores y compartir mis textos es un regalo. Este accésit es sobre todo una invitación a regresar al escritorio con más energía y trabajar en la próxima historia.

– ¿Por qué escribe?

Suelo decir que escribo como respiro, como una necesidad vital. Escribo cada día de mi vida, con una constancia que no me resulta una carga sino todo lo contrario, la oportunidad de cumplir con lo que más me gusta y en lo que creo. Además, he tenido la suerte de conseguir premios que me han abierto muchas puertas en la literatura. Todos han ayudado, pero recordaré, entre otros, el Jaén de Novela, el TIFLOS también de novela, el primer Certamen de Textos Dramáticos Sanchis Sinisterra, el premio de textos teatrales FATEX, el MUCES Ciudad de Segovia de Guion Cinematográfico y el de teatro Dramaturgo José Moreno Arenas

– ¿Cómo surgió La burbuja?

De una anécdota personal. Una amiga, tras vivir un divorcio devastador, me contó que durante mucho tiempo de su infeliz matrimonio el único momento de paz que encontraba era cuando se duchaba. En su confesión ya estaba la historia: una reflexión sobre la tristeza en la simbología de una madre que desaparece en la ducha, que no deja más rastro que el olor del jabón y las superficies mojadas…

– ¿Es el relato el género en el que se desenvuelve mejor?

Me suele ocurrir que, cuando surge una historia, llega acompañada por la sugerencia de su formato ideal. Como si la propia idea se presentara ya encapsulada en el género que le corresponde. Reparto mi tiempo de escritorio entre la novela, el teatro, el relato corto y el aforismo.

– ¿Por qué cree que el lector debería acercarse a esta narración? ¿Qué mensaje le gustaría que quedase tras su lectura?

Pienso que es un relato de mucha intensidad, de mucha fuerza, realmente conmovedor. Esta mujer que está sola y a la vez en el centro de una familia, que no cuenta con nadie y solamente encuentra paz y refugio en esa soledad. Mantiene, además, un tono entre lírico y mágico que creo que puede disfrutarse, en una historia de mucha ternura y desgarro, fuerte y dulce a un tiempo. Ha sido incluido en mi libro de relatos La mano muerta y otros relatos de azúcar y fuego, que ahora publica Villa de Indianos, con lo que más lectores podrán acercarse a la historia.

– ¿Cuáles son sus autores favoritos?

Como lector creo que los dos que más me han influido son Federico García Lorca, mi granadino de oro, y Francisco Umbral. La capacidad de ambos para crear un lenguaje propio, personalísimo, como si fuera un idioma del arte, me fascina.

– ¿Por cuales se siente influido a la hora de escribir?

Creo que me ha influido mucho Paul Auster, recientemente fallecido, y también un autor del que ya no tantos se acuerdan pero al que yo le tengo mucho que agradecer: Alan Sillitoe, a quien tuve la suerte de conocer y que con La soledad del corredor de fondo alteró mi forma de escribir para siempre. En el ámbito concreto del relato corto, me gustan esos autores libérrimos, insólitos, que juegan con metáforas y símbolos imposibles. En esta nómina se encontrarían desde Carlos Edmundo de Ory a Felisberto Hernández, Flannery O’Connor o Alice Munro.

– ¿Considera que la lectura y la escritura ocupan el lugar que les corresponde en la sociedad?

Presenté en un congreso reciente un aforismo que decía: «Hubo un tiempo en el que los escritores tuvieron que ser capaces de asumir su poder e influencia; ahora el desafío es aceptar tu irrelevancia». Ahí está mi respuesta. El escritor está ya tan alejado de los círculos de influencia social y cultural que el miedo a que las artes sean consideradas un florero ya no es una sospecha sino una realidad. No podemos competir con el griterío digital y la adicción a la tecnología. Batalla perdida. Me considero en general una persona optimista, vital, pero en este tema concreto no puedo menos que oscurecer el horizonte.


La ceremonia de entrega de premios se llevará a cabo en el Ateneo de Madrid el viernes, 13 de diciembre, a las 19.00 h, en un acto abierto al público que concluirá con un concierto de Begoña Olavide, artista con una amplia trayectoria, desde la música medieval a las corrientes más contemporáneas, y excepcional intérprete de salterio, instrumento sobre el que ha desarrollado una técnica y escuela propias.

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