Ganadora del Premio Planeta en el año 1989 con Queda la noche, y del Premio Anagrama de Ensayo en su edición de 1993 por La vida oculta, la escritora, aún "impresionada" y "emocionada" por su elección, afirmó que le resultaba "chocante" que en pleno siglo XXI pueda ser noticia que una mujer ingrese en la  Academia: "No es tan fácil cambiar algo así. Se trata de un proceso que va lento y que no afecta sólo a la Academia sino a otros muchos ámbitos. Creo que el problema es que a la mujer se le ve primero como mujer y luego como escritora o lo que sea, cuando lo lógico sería que no se nos juzgara por el hecho de ser hombres o mujeres sino por nuestras obras".