La obra narra la vida de Virginia, una niña que, junto a su familia y gracias a su padre, va descubriendo en la lectura una forma de enfrentarse al mundo, de entenderlo y de buscar la felicidad.
Muñoz Puelles describe así el texto galardonado: «En La voz del árbol se juntan algunos de los temas que más me interesan: la infancia, la naturaleza y los libros. Creo que los niños necesitan de la naturaleza, porque son parte de ella y no deberían abandonarla nunca. En cuanto a los libros, pienso lo que decía Graham Greene: que solo durante la infancia los libros pueden ejercer en nosotros una influencia realmente profunda, porque nos ayudan a entender el mundo al mismo tiempo que crecemos, y también nos sirven como textos de adivinación que nos hablan del futuro y nos descubren cómo podemos llegar a ser. Mi novela se desarrolla en el seno de una familia que vive en el campo, rodeada de animales y de plantas. Habla de la pasión por la lectura y por la escritura, y en cierto modo nos enseña que hay infinidad de libros posibles, que muchos están por descubrir y que los demás, los que faltan, podemos escribirlos entre todos».
Los integrantes del jurado destacaron «la calidad del estilo literario», señalando además que «se trata de una novela que cautiva por su forma intimista de narrar la infancia, las relaciones familiares y los aprendizajes de la vida» y que «es una invitación preciosa a la lectura».
No es el primer galardón con el que se hace Vicente Muñoz Puelles, que atesora en su vitrina La Sonrisa Vertical por Anacaona (1980), el Premio Azorín por La emperatriz Eugenia en Zululandia (1993) y el Alfons el Magnánim de narrativa por Las desventuras de un escritor en provincias (2002). En 1999 ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil con Óscar y el león de Correos, y en 2004 el I Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil con El arca y yo.
Desde 2004
El Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil se convoca anualmente con la intención de estimular la creación de obras en castellano dirigidas a lectores entre 8 y 14 años de edad. Desde 2004, cuando se convocó por primera vez, se premia la originalidad, la calidad literaria y la estética, con el fin de divulgar obras que aviven la afición a la lectura entre los más jóvenes, ayudando a su crecimiento interior y al desarrollo de la imaginación y de la creatividad. En anteriores ediciones, el certamen ha premiado a autores como Eliacer Cansino, Fernando Marías, Ana Alcolea y Gonzalo Moure.
A esta edición se presentaron 155 originales procedentes, además de España, de países como Argentina, Colombia, Costa Rica, México, Cuba, Ecuador, Guatemala, Perú, Uruguay, Alemania, Italia, Rusia e Israel.