Hija de un gran coleccionista de pintura, Soledad Lorenzo (Torrelavega, Cantabria, 1937) se inició en el mundo de las galerías de arte con Fernando Guereta y posteriormente trabajó en la Galería Theo de Madrid.
Con la experiencia acumulada organizó diversas muestras internacionales para el Ministerio de Cultura. Estas actividades forjaron su perfil profesional y le permitieron conocer la escena artística española e internacional y sentar las bases de un personal modelo de trabajo.
Inauguró su propio espacio expositivo en 1986 y, tras 26 años de intensa actividad, anunció su cierre en 2012. Durante ese período reunió un conjunto variado de obras, la mayoría de artistas por ella representados, y otras procedentes de adquisiciones en otras galerías y ferias.
Coherencia
La relevancia de la galería vino marcada por un criterio coherente, dentro del cambiante panorama del sistema del arte de esas décadas, en la elección de artistas y propuestas creativas de diversas generaciones y latitudes.
En primer lugar puso el acento en pintores españoles, algunos consagrados, otros al inicio de su carrera, a los que apoyó firmemente y cuya expansión fomentó mediante la participación sistemática en ferias internacionales.
En un segundo momento amplió el campo desde la pintura a otros medios y albergó propuestas internacionales, como la vinculada a una determinada escena neoyorquina de los ochenta.
La generación de diálogos y cruces entre estos artistas procedentes del otro lado del Atlántico y los jóvenes españoles hizo de su galería un destacado punto de encuentro.
Generosidad
En noviembre de 2014, Soledad Lorenzo y el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, firmaron un contrato de depósito-comodato de bienes culturales a favor de la institución por parte de la galerista.
Gracias a este generoso gesto de la que está considerada una de las galeristas españolas de proyección internacional más importantes, el Museo Reina Sofía recibió una gran parte de las obras por ella conservadas. Son 392 trabajos de 89 artistas, la mayoría de ellos españoles –pero también del ámbito internacional, especialmente estadounidenses–, pertenecientes a diferentes generaciones y de reconocido prestigio, cuyas prácticas abarcan diversas disciplinas de la creación artística actual. Así, aunque predomina la pintura y la fotografía, también hay escultura e instalaciones, un centenar de obras sobre papel (dibujos y grabados) y audiovisuales.
Si bien uno de los rasgos que han definido la actividad de Lorenzo como galerista es el del trato personal y la búsqueda del encuentro, entendiendo la galería como espacio de diálogo, también el aspecto individual, psicológico o narrativo de determinados autores está presente en los fondos que ha conservado a lo largo de los años, testimonio de un interés por un ámbito distinto.
Promesa de legado
Este depósito, que tiene una duración de cinco años prorrogables, se realiza con promesa de legado por parte de la galerista, es decir, la depositante realizará las gestiones necesarias para disponer, por vía testamentaria, el futuro legado de las obras objeto del contrato a favor del Museo Reina.
Hasta el momento no se ha producido en España precedente alguno de un depósito con promesa de legado de estas características, tanto en lo que se refiere al número de obras, como a la calidad de las mismas y la importancia de los autores.
Este conjunto es un exponente del papel protagonista desempeñado por una galería de arte en nuestro país a partir de los años 80, tiempos en los que el arte español comenzó a despuntar.
Soledad Lorenzo ha recibido numerosos premios y reconocimientos como la Medalla de Oro de las Bellas Artes (2006), Mejor Galería de ARCO (2008 y 2009) o el F.E.G.A. European Gallery Award (2009), concedido por la Asociación de Galerías Europeas, el Premio Arte y Mecenazgo 2012 o el Premio de la Fundación Cultural Montblanc (2017), entre otros. En ese mismo año recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.