En 1956, el urbanista Lúcio Costa ganó el concurso para proyectar la nueva capital en el centro del país y, por iniciativa del presidente Kubitschek, Oscar Niemeyer fue invitado a trabajar en ella como encargado de los proyectos de edificios, quedando Costa como responsable del plan de la ciudad y del desarrollo urbanístico.
Diferentes edificios
La elección de Niemeyer por parte del presidente no fue casual: desde 1938 –aproximadamente– Niemeyer estuvo trabajando en el conjunto de Pampulha; se trataba de la primera obra que éste llevó a cabo como funcionario público y también la primera que Niemeyer realizó como arquitecto. La arquitectura de este conjunto tuvo gran repercusión y cuando se decidió la construcción de Brasilia el presidente no dudó en elegir a Niemeyer.
En pocos meses, Niemeyer diseñó decenas de edificios residenciales, comerciales y administrativos. Entre ellos, se construyó un lago para asegurar la habitabilidad de la zona, ya que el terreno era muy árido. En un principio, la planta de la ciudad se proyectó como la de una cruz apuntando al noroeste pero, al finalizar las obras, ésta tomó la forma de un pájaro en vuelo: la cabeza es la llamada Plaza de los Tres Poderes, en el cuello se encuentran los ministerios y los edificios públicos, por detrás están las zonas de ocio y en las alas las zonas residenciales.
Entre los edificios levantados por el arquitecto cabe destacar la residencia del Presidente (Palácio da Alvorada), el Congreso Nacional (la Cámara de los Diputados y el Senado Federal), la Catedral de Brasilia, el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería, la sede del Supremo Tribunal Federal, los edificios de los ministerios, y la sede del gobierno, el Palacio del Planalto.
Construida en cuatro años
En cuatro años, el plazo correspondiente al mandato presidencial, Brasilia fue proyectada, construida e inaugurada. Con Brasilia se evidenció que era posible una arquitectura diferente, una arquitectura que sorprendía. Niemeyer hizo su propia versión de la arquitectura moderna, pero menos rígida que la ortodoxa, al introducir elementos de la vernácula brasileña.
Niemeyer siempre ha concebido sus proyectos como esculturas, basándose en los principios arquitectónicos de Le Corbusier, cuyos planteamientos le influyeron poderosamente, convirtiéndose así en uno de los principales exponentes del Movimiento Moderno en Latinoamérica.
Su arquitectura es pionera en la exploración de las múltiples facetas y posibilidades del hormigón, creando estructuras ligeras, dinámicas, que muestran otro aspecto del material y se acercan a las formas de la naturaleza. Para él, la curva es la protagonista de sus obras, rechazando por completo el ángulo recto. Y Brasilia es un claro ejemplo de todo ello.
Nació en Río de Janeiro en 1907, se graduó en la Escola Nacional de En 1956, fue nombrado arquitecto supervisor de Nova Cap, organización |