El concurso internacional de ideas se falló en enero de 2008 a favor de los arquitectos Federico Soriano, malagueño, y Agustín Benedicto, madrileño, en un reñido concurso al que también se presentaron, entre otros arquitectos, Nieto & Sobejano, Rogers/Seguí, Cruz y Ortiz, Henning Larsen o Juan Navarro Baldeweg. Las obras ya han comenzado y se espera que finalicen en 2012.
Sin fachada principal
Los arquitectos ganadores presentaron un proyecto que se caracteriza por su diálogo con la ciudad. Así, sus volúmenes se identifican y se reinterpretan con lugares emblemáticos de Málaga; la Alcazaba con el auditorio principal, el Parque Largo, el Teatro Romano, Gibralfaro o la Aduana. Tal y como explica Federico Soriano: “La idea era recoger toda la esencia y la imagen de Málaga en un edificio que aunara esas características como piezas que se abrazan en torno al mar. Aunque también queríamos que, ante todo, fuera un espacio muy anclado en la capital”.
El interior se caracteriza por su funcionalidad. Destaca el enorme vestíbulo, iluminado por lucernarios, que rodea al propio edificio y se convierte en el pasillo por el cual se acceden a todas sus dependencias. La biblioteca, sala de cámara, la sede de la Orquesta Filarmónica de Málaga, y zonas de descanso y servicio se encuentran alrededor de auditorio principal, que ordena la composición. Además, este vestíbulo cuenta con diferentes miradores hacia el puerto y la ciudad. El proyecto busca claramente la relación con el ciudadano y el entorno, articulado todo en torno a una gran plaza pública que invita al paseante.
Auditorio polifuncional
Por otro lado, el edificio será respetuoso con el medio ambiente, ya que los arquitectos han previsto el uso de energías renovables y han recurrido al uso de materiales naturales, al estudio de la luminosidad, aprovechamiento del calor absorbido por algunos materiales, generación de sombra y circulación del aire.
El Auditorio de la Música de Málaga contará con una inversión inicial de 55 millones de euros, que serán financiados en un 50% (el valor de los 31.354 metros cuadrados en la explanada de San Andrés, que será desafectada) por la Administración central (ministerios de Fomento y de Cultura), un 25% por la Junta de Andalucía y otro 25% por el Ayuntamiento.
Federico Soriano es autor, entre otros proyectos, del Palacio Euskalduna de Bilbao y Agustín Benedicto ha sido ganador del primer premio del concurso Torre Laminar de Barcelona.