Homecut y su banda fueron los encargados de calentar el ambiente y poner a tono a los asistentes para un concierto que se preveía caliente y frenético. Homecut presentó su disco No freedom without sacrifice y con ello trajo su fórmula jazzmatazz, mezcla de hip-hop desenfadado y jazz-soul.

Supo conectar con el público, y vino acompañado por una buena formación que le respaldó en el plano sonoro; músicos de calidad curtidos en los sonidos negros. Presentó un concierto muy en la onda de The Roots, y la banda sonó muy bien. Homecut hizo bailar a los asistentes preparándolos para la que se les venía encima.

Rolling with the funky drummer

Después de unos minutos de descanso apareció Breakestra al completo en escena. La formación consiste en un teclista, un trompetista, un saxofonista (bajo y tenor), un percusionista, un par de músicos que indistintamente tocan el bajo o la guitarra (e intercambian constantemente los instrumentos), y un baterista que es un auténtico máquina.
El show da comienzo cuando el baterista pone el ritmo -y no parará de hacerlo durante la próxima hora. Entre canción y canción él continúa dándole, para él no hay más breaks que los de batería. El resto de músicos se amolda a los furiosos ritmos dándole armonía al conjunto y haciendo que el público explote.

Tras un par de temas, apareció en escena Afrodyte, una cantante funky que ha sido reclutada por los miembros de Breakestra para la gira y que es un torrente tanto vocal como presencial. Sus primeras palabras fueron para Michael Jackson: ‘¡Dios te bendiga!’, gritó. Afrodyte será, durante todo el concierto, una atracción no sólo por su cante visceral y lleno de personalidad, si no por su silueta y actitud de mujer negra sureña. Grande, risueña y frenética bailonga, sabe dirigir al público y lo da todo a cambio de cualquier mínima respuesta por parte de los asistentes.

Se sucedieron los solos de saxofón, trompeta, flauta travesera, teclados Rhodes, percusión, y guitarra. Mientras, la batería no paró jamás, el bajo daba velocidad, groove o frescura, según lo requería la canción. Después de más de una hora sobre el escenario se retiraron (incluido el baterista) y volvieron para tocar media hora más.

Además de sus propias composiciones, sonaron versiones de Sly & Family Stone, The JB’s, Wilson Picket, Johnny Cash y muchos otros músicos que de algún modo han influenciado a la banda. Y así quisieron mencionarlo al final del concierto, haciendo mención a ellos y mandando un mensaje de respeto a todos los veteranos y pioneros del género.

Sabor setenta

Como ya ocurrió con su primer disco Hit the floor, publicado en 2005, su nuevo trabajo Dusk till dawn es un disco festivo lleno de calidad. Suena a años setenta. Suena a funky-soul del que hacía James Brown. Funky sudoroso, de ese que está trabajado, donde la batería es el elemento principal, donde las líneas de bajo, los acordes y los acompañamientos de la sección de vientos no son casuales, si no que persiguen una finalidad concreta: sonar crudos y alegres a la vez.

Destacan canciones como Joyful Noise, No matter where you go, Come on over y Lowdown stank. En el apartado de colaboraciones está la anteriormente mencionada Afrodyte, Chali 2na y Mixmaster Wolf. Un disco que, como su nombre indica, está hecho para sonar hasta el amanecer.