Jose Manuel Cañizares nos descubrió un Concierto de Aranjuez a medio camino entre Andrés Segovia y Paco de Lucía, entre clásico y aflamencado, equilibrio y pasión, virtuosismo y virtuosismo. Parapetado tras la caja y el mástil, se creció, se mimetizó con la orquesta, como uno más, apadrinado por el maestro relojero Rattle, ofreció solos innovadores llenos de personalidad y técnica. Cuando llegó el momento de recoger las flores con un público deseando repartir aplausos, regresó el avatar tímido y huidizo de Cañizares y, abrumado, necesitó del abrazo experto del Padrino Rattle para manejar la tradición de los vítores al solista.
El público –una torre de Babel: americanos, japoneses, alemanes, muchos alemanes, y algún que otro español– sabía que lo mejor estaba por venir. Y así fue. Riesgo y talento, como los grandes. La BPO apostó por la Segunda Sinfonía de Rachmaninov como pieza central. Ni Beethoven, ni Mahler, ni Brahms. Sólo se me ocurre una palabra: exhibición. Una exhibición musical como pocas. Finura, destreza, potencia, coordinación, relojería de precisión y sentimiento al servicio de la música. Hasta el famoseo asistente se dio cuenta de que en pocas ocasiones se puede disfrutar de algo tan bien hecho y siguió al público levantándose como un muelle. Con el Real en pie, la Filarmónica recibió su merecido: uno por uno, palcos y platea vaciaron sus cargadores de aplausos durante quince minutos. Aplaudían a Sir Rattle –¿para cuando su Príncipe de Asturias de las Artes?–, al concertino, a las secciones, a la Orquesta, a Rachmaninov y a quien se le había ocurrido llevar a Madrid este regalo. Un espectáculo.
Hace meses Melofilia dedicó una entrada del blog a la mejor orquesta del mundo, no queda mucho por decir más que seguiremos sus pasos y esperaremos su vuelta, que será pronto.
El Juego de los Descubrimientos
Para espectáculo, su participación. Calidad y cantidad. Muchísimas gracias por sus propuestas, más de cincuenta entre el blog, Facebook y el correo electrónico. Como se suele decir en estos casos, ha resultado realmente difícil elegir una canción, un disco y un artista. Pero vayamos con ello:
Las propuestas ganadoras de la primera edición del Juego de los Descubrimientos de Melofilia (I Melofilia Discovery Contest, dicen los americanos) son:
Canción Descubrimiento
Resulta siempre complicado elegir una canción, una sola canción, ¿verdad?; de hecho es lo que más les ha costado. Aún así, ha habido muy buenas aportaciones como This Old Dark Machine, de James Vincent McMorrow, un jovén irlandés de reciente aparición que seguro que dará que hablar; la fantástica Feel It All, de Feist, que ya pasó por aquí en su momento; la relajante y sinuosa Terra Incógnita, de Michael Pépé; el Tonight The Streets Are Ours de Richard Hawley; o el Jealous Guy de Gavin DeGraw. El criterio de Melofilia ha sido premiar (claro) la calidad y la originalidad, intentando siempre descubrir nuevos valores que podrían ser reseñados en el blog. Tanta competencia ha llevado a premiar dos propuestas, a saber:
Cinematic Orchestra
Domino, 2007
Propuesta realizada por Chlo
Chlo nos dejó esta recomendación como comentario en el blog y nos descubrió una joya. To Build A Home pertenece al disco Ma Fleur de Cinematic Orchestra, en el que Patrick Watson acompaña a la banda británica de jazz electrónico y borda esta canción. Su voz, cercana a la de Coldplay, y su estilo, que nos recuerda al admirado Damien Rice, es perfecta para el crescendo del piano. Watson es un músico canadiense todoterreno que triunfó con su disco Just Another Ordinary Day y desde entonces, con un par de discos más, se ha dedicado a hacer colaboraciones y a componer, entre otras cosas, bandas sonoras. Y quizá To Build A Home les haga sentirse en una película. Gracias, Chlo, muy buena elección.
Bring Me Your Love
City And Colour
Vagrant Records, 2008
Propuesta realizada por Andrés Gascón
Andrés nos envió esta recomendación a través de Facebook y le agradecemos que nos haya descubierto con ella a Dallas Green, otro canadiense, en su faceta de solista. Confessions no es una canción fácil, no es espectacular, pero la voz de Green y los acordes de su steel guitar –con un solo corto pero pegadizo y emotivo– y, por qué no decirlo, el disco Bring Me Your Love en su conjunto, me ha gustado mucho, con canciones íntimas, casi melancólicas, envueltas con instrumentos acústicos y buen gusto. El próximo, Little Hell, llegará en junio, así que estaremos atentos. Gracias, Andrés, por el descubrimiento.
Disco Descubrimiento
Aquí me lo han puesto muy difícil. Han entrado en competencia tesoros escondidos, piezas de coleccionista y pura sangre musicales: Chico Hamilton, con su Twelve Tones Of Love; Nashville, vaya disco, de Solomon Burke, mis queridos Iron & Wine con su Kiss Each Other Clean; la banda sonora de El Contrato Del Dibujante, del midas Michael Nyman; o el ilustre Herbie Hancock y una exhibición de colaboraciones como Possibilities, entre muchos otros. Convendrán conmigo en que no era fácil. En cualquier caso, gracias a ustedes he conocido discos realmente buenos. De entre todos los propuestos, de nuevo, me quedo con dos, porque tiene que haber para todos los gustos:
Villagers
Domino, 2010
Propuesta realizada por Ángeles Fuentes
Fue casi a la vez. El canal Xtra de Digital Plus –de lo mejorcito que se puede ver en televisión– ponía/echaba/daba el programa de música de Jools Holland, de la BBC (claro), y en él tocaba, entre otros, un chaval con cara de adolescente tardío, raro del barrio, el yerno que ninguna suegra querría tener, etc. Pero su versión acústica de Becoming a Jackal me dejó con una cara aún peor que la suya, hipnotizado. Poco después nos lo recomendaba Ángeles Fuentes en Facebook. Aún a pesar de la dura competencia, este disco me ha seducido y se ha llevado el premio. Por nuevo, por distinto, por la personalidad de Connor O’Brien –sí, han acertado, es de Dublín–, por lo variado, por lo complejo, por tocar todos los instrumentos del disco, porque me ha gustado mucho. No se pierdan tampoco That Day, The Pact – I’ll Be Your Fever, Set The Tigers Free o Home.
Suite For Flute And Jazz Piano Trio
Bolling & Rampal
Fremeux, 2003
Propuesta realizada por Peter Beilin
Claude Bolling hizo con este disco, editado en 1976, uno de los primeros experimentos de música-fusión o crossover music, y consiguió salir más que bien parado. Bolling era por entonces un pianista de jazz que tenía que luchar por un hueco en una Europa hipnotizada por The Beatles y un jazz americano encadenado al estilo de Nueva Orleans y al bebop; y se inventó un género fusionando la música clásica con el jazz. En este caso, el primero, música barroca con la flauta de Jean Pierre Rampal y su piano de jazz. El resultado: un éxito. El pasado también existe, De sofá y copa de vino y ¿Clásicos? ¿Qué Clásicos?, todo en uno. Su rareza, originalidad y belleza le hacen acreedor de premio.
Artista Descubrimiento
Otra odisea. ¿A quién se le ocurriría organizar este juego? La sensación de injusticia me invade ante el hecho de reconocer a un artista frente a otro. Han llegado numerosas recomendaciones de jóvenes artistas españoles que aún pelean por hacerse un hueco en este mundo, lo que resulta más que alentador y les agradezco especialmente. Verónica Díaz, impresionante voz con mensaje, los gallegos de Las Gafas de Flotto, hasta Pablo Alborán, han competido con guiris como Dengue Fever, inclasificable pero divertidos y más que recomendables, Cats’s Eyes, los Black Keys (qué buenos son), la casi ganadora Anouk, qué decir de John Mayer, el impresionante William Elliott Withmore, los originales, distintos y me-los-apunto Transmongolia, etc. En fin, como ven, es inevitable premiar, al menos, dos propuestas otra vez:
The Head And The Heart
Sub Pop, 2011
Propuesta realizada por Carlota Tapias
Carlota Tapias está al día, eso está claro. Nos recomendó un disco editado este mes de abril, así que seguro que es un descubrimiento. En realidad, estos cinco chavales lo grabaron antes en Seattle, por su cuenta, hasta que el éxito cosechado en las tiendas y locales de la coste oeste de Estados Unidos hizo que se re-editase a gran escala. Son buenos, muy buenos. Su música es fresca, arreglada, jovial, acústica. Cantan tres de ellos, con el piano siempre de referencia, con el chelo, el violín y la guitarra. Del disco me quedo con Coeur D’Alene, Down in The Valley, Winter Song o Lost In My Mind, y con la voz y el violín de Charity, la chica. Todo un descubrimiento.
Andrés Suárez
Propuesto por Natalia
Y en representación de los cantantes españoles, en dura competencia con Verónica Díaz, otro premio al Artista Descubrimiento para el gallego Andrés Suárez. Nos lo recomendó Natalia en un comentario del blog y nos obligó a investigar hasta dar con él. Todo un cantautor, de los de antes, pero sin política ni amores merengosos, música bien arreglada, cuidada y amable. Presenta un disco, Maneras de Romper una Ola, que tendría todo tipo de elogios si se llamase Andrew Sawreys. Lleva años luchando, ganando concursos musicales y gastando carretera. Desde aquí, mucha suerte.
Y estos han sido los premiados de la primera edición del Juego de los Descubrimientos. Con seguridad, la quiniela podría haber sido otra sin perder calidad, pero había que decidir, así que apelo a su generosidad y comprensión por no haber coincidido con ustedes, o por no haber premiado al vídeo de Hermosa Beach, ni la brillante iniciativa en Twitter de Mikel Chamizo, ni el disco Ghost Sonata; de Tuxedomoon, ni a los impresionantes RPA & The United Nations por haber dejado sin mención uno de los mejores álbumes recomendados, From Branch To Branch, de Leon Redbone. Gracias a todos por participar. Pronto propondremos más juegos para seguir premiando que sigan Melofilia con cariño.
- Los premiados –Chlo, Andrés Gascón, Ángeles Fuentes, Peter Beilin, Carlota Tapias y Natalia– pueden ponerse en contacto con nosotros en melofilia@hoyesarte.com para que nos digan qué disco quieren que les enviemos.
Decía Oscar Wilde que la música es el arte que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos. Lágrimas y recuerdos que se palpaban en el Teatro Real, corazones pellizcados con la emoción de la música, recordando lo que les había llevado allí. Lágrimas y recuerdos detrás de muchas de las recomendaciones de los que han participado en el Juego de los Descubrimientos. Postales de nuestra memoria, imágenes de sensaciones y de un momento de nuestras vidas. La música sella recuerdos en la caja fuerte de las emociones. Cuando rebuscamos en nuestras discotecas –como en la ilustración de nuestro amigo Iván Solbes– revivimos sentimientos y experiencias, incluso esas que nos obligamos a olvidar. Y esas son las que nunca se olvidan ni nos abandonan. La música siempre está ahí para rescatarnos.
Gracias una vez más por su participación y por su interés. Seguiremos compartiendo nuestra memoria con ustedes. Mientras, no dejen de hacernos llegar sus opiniones, sugerencias, críticas y comentarios aquí abajo, en Facebook o, como siempre, en mi casa, que es la suya: melofilia@hoyesarte.com |