En primavera, nuestros cielos son surcados de nuevo por los acampanados repiqueteos de las bandadas de abejarucos (Merops apiaster). Viajan desde Africa en busca de las mejores condiciones para criar a sus nuevas generaciones. Sus rápidos vuelos acrobáticos persiguiendo a algún desafortunado insecto son inconfundibles. La naturaleza ha diseñado su policromado plumaje utilizando los colores de la vida; la tierra, el sol y el agua.
Foto 1: desde hide, EOS 1D M-IV, EF500mm+1.4x, 1/500 seg, f/14, iso 800.
Foto 2: desde hide, EOS 1D M-IV, EF500mm+1.4x, 1/800 seg, f/8, iso 400.
Foto 3: desde hide, EOS 1D M-IV, EF500mm, 1/640 seg, f/11, iso 400.
Foto 4: desde hide, EOS 1D M-IV, EF500mm+1.4x, 1/500 seg, f/11, iso 400.
Foto 5: desde hide, EOS 1D M-IV, EF500mm, 1/1000 seg, f/16, iso 1600.