Dezcallar, ante las numerosas personalidades presentes en el acto, entre las que se encontraban la infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín, relató con mucha gracia su primer encuentro con Salvador Dalí:
“En la década de 1970 yo era un joven agregado cultural en el Consulado General de España en Nueva York y aprovechando la estancia del artista en este país pensé que debía reunirme con él, de modo que le llamé y le invité a comer”.
“Dalí aceptó inmediatamente, pero me dijo que él sólo comía en La Grenouille, el carísimo restaurante francés de Manhattan», señaló Jorge Dezcallar. «Así que llegué temprano al establecimiento, muy nervioso por el importante encuentro. Dalí no tardó en llegar… pero ¡nada menos que con ocho amigos!
“En aquel momento yo no disponía de tarjeta de crédito y la factura fue elevadísima, por lo que tuve que dejar mi reloj en el restaurante como depósito y no pude pagar la cuenta hasta final de mes”, concluyó el hoy embajador.