Esa parece ser también la conclusión a la que ha llegado Yves Pinard, jefe de cocina del Grand Louvre, el mítico restaurante ubicado debajo de la pirámide de IM Pei, quien acaba de presentar un libro, titulado La Comida en el Louvre, con 79 páginas dedicadas a los mejores bodegones de comida o alimentación del museo.
Fuente de inspiración
Pinard ya había utilizado algunas de esas pinturas como fuente de inspiración para sus propios platos en el restaurante, de modo que algunas de esas recetas, junto con los cuadros de los que partieron, están descritas en el libro, dejando en el lector una curiosa sensación de intriga anacrónica, con la combinación de ingredientes hoy en día tan extraños como ala de raya, pecho de cerdo, faisán al azafrán, etc.
Con un magnífico prólogo escrito por el laureado chef con tres estrellas Michelin Paul Bocuse, el libro sirve al lector una especie de buffet de arte culinario que contiene desde sencillas cestas de fruta, pasando por llamativos bodegones de carne y pescados, hasta llegar a las lujosas escenas de banquetes con sus imágenes de caza, un total de cuarenta obras pictóricas animadamente comentadas por Yves Pinard.
De hecho, después de una visita al museo y haber pasado varias veces por delante de un San Sebastián atravesado cruelmente por cientos de flechas, la propuesta de centrarnos en estas bonitas y apetecibles escenas gastronómicas resulta un verdadero acierto. Bon appétite.
Food in the Louvre. Yves Pinard.
79 páginas. Editorial Flammarion.