En esta ocasión, el tema seleccionado tiene relación con la celebración del 40 aniversario de la Convención del Patrimonio Mundial. El objetivo es explorar el patrimonio cultural más allá del selecto grupo de sitios de la Lista del Patrimonio Mundial y estimular a las comunidades locales e individuos a considerar la importancia del patrimonio cultural en sus vidas, identidades y comunidades.
Protección y conservación
El 16 de noviembre de 1972, la Conferencia General de la UNESCO adoptó la Convención relativa a la protección del patrimonio mundial cultural y natural. Fue la culminación de un proceso iniciado varios años antes y, a la vez, el inicio de una nueva etapa en el campo de la identificación, protección y conservación del patrimonio.
La Convención incluyó en un único documento al patrimonio cultural y natural y consagró la idea de que existen bienes cuyos valores y significación exceden las fronteras del país en que se localizan y cuya pérdida o deterioro implicarían un empobrecimiento de la humanidad en su conjunto.
Patrimonio compartido
El reconocimiento del carácter de Patrimonio Mundial de un bien implica la conciencia de un patrimonio compartido y un compromiso común para su conservación y transmisión a las generaciones futuras; en este sentido se puede considerar a la Convención como un instrumento para promover el respeto por la diversidad cultural, la cooperación internacional y la comprensión y la paz entre las naciones.
Aquella Convención del Patrimonio Mundial se considera la más exitosa de todas las celebradas por la UNESCO; fue ratificada por 188 Estados y la Lista del Patrimonio Mundial incluye en la actualidad 936 bienes, de los cuales 725 son culturales, 183 naturales y 28 mixtos.