Sus instantáneas fueron calificadas de escandalosas e incluso de perversas en los círculos más conservadores de EE.UU., coincidiendo, además, con un momento de gran homofobia en la sociedad por la irrupción de los primeros casos de sida, enfermedad que le causó la muerte a los 42 años.

Mapplethorpe, gran admirador de Man Ray y Duchamp, inicia su pasión por la fotografía utilizándola como medio para crear collages con sus propias imágenes sin necesidad de acudir a revistas y libros. Después, comienza a retratar a sus amigos, conocidos, estrellas del cine pornográfico, artistas, músicos -como los famosos retratos de Patti Smith- y otras celebridades con su máquina polaroid, a través de la cual aprende a mirar fotográficamente.

Obsesión por el cuerpo y la perfección

El artista, fascinado por la belleza y el erotismo de los cuerpos desnudos, explora su propia identidad sexual a través de sus primeras fotografías. El cuerpo humano como el lugar donde se unen placer y dolor. Obsesionado por la perfección, Mapplethorpe representa el cuerpo desnudo a la manera de la estatuaria clásica. Él mismo define la fotografía como "la forma perfecta de hacer una escultura".

Ha sido comparado con Rafael y Miguel Ángel por su estilo, la simetría y las composiciones rigurosas, e incluso con el manierismo en una fase posterior en la que, alargando las formas, se aleja de tanta perfección. Algunos de sus retratados posan apoyados en columnas o pedestales intensificando así, la sensación clásica.

El equilibrio visual de sus obras se ve reforzado por el difuminado de sus fondos, la excelente calidad de la luz y la capacidad para mostrar diferentes texturas. La piel de los cuerpos es reproducida con la delicadeza del mármol. Además de los retratos y los cuerpos desnudos, Mapplethorpe representa el erotismo a través de la serie de las flores de una manera más alegórica pero manteniendo la tan buscada perfección técnica.

Repercusión

Su huella la podemos encontrar en artistas actuales españoles como Isabel Muñoz y Alberto García-Alix o internacionales como Antoine D’Agata, Nobuyoshi Araki, Nan Golding o Paoli Ardizzoni. La obra de este artista considerado como uno de los fotógrafos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX es expuesta en galerías y museos de todo el mundo provocando, aún en la actualidad, críticas adversas desde los sectores más conservadores.

Mapplethorpe, que bajo sus temáticas eróticas y homosexuales y sus personajes de distintas razas busca la igualdad social, creó en 1988 la Fundación Robert Mapplethorpe, dedicada a la lucha contra el sida y a promover la fotografía y el legado del propio artista.