Con 5,4 metros de altura y casi 12 de longitud, esta pintura realizada por Martí Alsina es una de las más ambiciosas de la pintura catalana del siglo XIX, más grande que La batalla de Tetuán, de Fortuny, y el Guernica, de Picasso, y representa un episodio de la Guerra de la Independencia, sucedido en Gerona el 19 de septiembre de 1809 y pintado cinco décadas después.

Nuevo destino

Tras un primer examen realizado por los especialistas del MNAC, en el que se han observado algunas roturas en la tela, dos de ellas transversales de 7,5 y 5,5 metros de largo, esta gran tela será trasladada al Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña donde se llevará a cabo el proyecto de intervención elaborado por el museo.

Tras este proceso, cuyo plazo de finalización se estima en otoño de 2010, la obra de Martí Alsina será instalada de forma permanente en el auditorio del antiguo Hospital de Santa Caterina, nueva sede de la Generalitat en Gerona.

Mercè Doñate, jefa de la Colección de Arte Moderno del MNAC, ha explicado que «la cantidad de figuras incluidas en la escena, sin precedentes en la historia de la pintura española, obligó al pintor a encargar un gran número de trajes hechos a medida para los modelos e incluso tuvo que disponer de una sala de grandes dimensiones, la gran sala del Casino de Sants, que convirtió en su taller».