Alejandro Magno a la conquista de Madrid

Realizada en cooperación con la Fundación Curt-Engelhorn para los Museos Reiss-Engelhorn y el Instituto Arqueológico Alemán, esta muestra profundizará en la figura del gran conquistador a través de sus expediciones militares y conquistas, desde que salió de Macedonia hasta su muerte. Un viaje de 12 años en el que la cultura helenística fue dejando su rastro y, al mismo tiempo, absorbiendo las influencias de otras muchas.

Recorrido lineal

Las 10 salas que componen Alejandro Magno. Encuentro con Oriente muestran un recorrido lineal y coincidente con su avance en su viaje por Asia. Así, el orden de las salas es: Grecia, El imperio Persa, Babilonia, la cultura en Babilonia, el ejército de Alejandro, Kurgansol, Helenismo en Oriente, Asia central y, por último, España.

Una estructura elevada organiza los recorridos utilizando muros paralelos que subdividen el espacio en diferentes ámbitos. La plataforma, que ocupa sólo parcialmente la sala del antiguo depósito de agua donde se ubica el Centro de Exposiciones Arte Canal, flota sobre un nebuloso y cambiante abismo de columnas y sombras, al que el espectador se asoma según va recorriendo la exposición. Desde esta penumbra, creada mediante sombras y proyecciones, se estimula al espectador a imaginar los ejércitos, palacios y paisajes que acompañaron a lo largo de su vida a Alejandro. Sobre la oscuridad de la sala flotan proyecciones de vídeo y sombras chinescas que, acompañadas por un sonido ambiente misterioso, permiten al espectador imaginar y experimentar de una forma sensorial la aventura de Alejandro Magno.

40 museos

Para explicar la vida del macedonio, 40 prestigiosos museos nacionales e internacionales, como el Museo Británico de Londres, el Estatal de Arte Oriental de Moscú, el de Arqueología de Sofía, los Museos Estatales de Berlín, los Museos Arqueológicos de Pella, Thasos, Tesalónica o el Museo del Acrópolis, todos de Grecia; el Museo de Viena, el de Arte Oriental de Roma o el Museo Guimet de París han prestado más de 330 piezas, muchas de ellas nunca antes vistas en España. También se han incorporado los últimos hallazgos de las más recónditas regiones de Asia, como piezas del Museo Nacional de Tayikistán e, incluso, del Museo Nacional de Kabul, en Afganistán.

La muestra se enriquece con la colaboración de instituciones culturales de España como el Museo del Prado, el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Arqueológico de Sevilla, la Real Academia de la Historia o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Piezas destacadas

Entre las piezas más destacadas de la exposición se encuentran los relieves en ladrillos esmaltados de la Puerta de los Leones de Babilonia, una de las joyas del Museo de Berlín; diversos retratos de Alejandro, conservados en copias romanas o en monedas; alguno de los tesoros de la necrópolis real de Macedonia; placas de marfil tallado de Afganistán, que ilustran el refinamiento de los reinos surgidos tras el paso de Alejandro Magno por aquellas remotas tierras; o las primeras figuras de Buda del arte hindú surgido como reflejo del arte helenístico.

Además, el Canal de Isabel II ha construido un pequeño cine en la explanada de Arte Canal con 140 butacas que, exteriormente, se asemeja a las murallas de Babilonia que Alejandro Magno cruzó con su ejército. En él se proyectará la película en tres dimensiones Alejandría, el sueño de Alejandro, creada expresamente para la muestra.

El conquistador que cambió el mundo
Alejandro Magno nació en Macedonia el 21 de julio del año 356 a.C. y murió en Babilonia el 13 de junio del 323 a.C. a los 33 años. Es uno de los mayores iconos culturales de la Antigüedad. Su figura y legado ha estado presente en la historia y la cultura tanto de Occidente como de Oriente a lo largo de más de dos milenios, y ha inspirado a los grandes conquistadores de todos los tiempos, desde Julio César hasta Napoleón Bonaparte.En su reinado de 13 años cambió por completo la faz del mundo y dio inicio a una época de extraordinario progreso e intercambio cultural. La labor llevada a cabo por el antiguo rey de Macedonia y gran difusor de la civilización griega sigue despertando el asombro y admiración de sucesivas generaciones, porque en su persona luce la aureola heroica del joven conquistador que, muerto en la flor de la vida, ya ha situado bajo su dominio el imperio Persa y todas las regiones extremas y recónditas del mundo entonces conocido, ordenándolas de tal modo que supo legar a la posteridad una nueva imagen de la tierra y un sólido entramado de cauces y contactos.