Comisariada por Smirnova Oksana Viktorovna, conservadora jefa de la institución moscovita, la muestra incluye una cuidada selección de 52 obras maestras de sus fondos con la que se pretende mostrar al espectador las etapas principales de la iconografía rusa antigua, desde el siglo XV hasta principios del XIX.
Obras maestras
La imagen principal de Rusia Sagrada es el icono de San Jorge, que plasma diferentes escenas de su vida. Esta obra maestra, referente al santo patrón de la capital rusa, data de finales del siglo XV. La tabla es reconocida tanto por su calidad artística como por el detalle con el que describe la vida del santo. Otra de las piezas clave presente en Valencia es la representada por Mandylion, del siglo XVII, y a quien está dedicada la catedral de Spaso-Andronikov, sede del museo.
También se muestran, entre otros, varios iconos de la Virgen y de San Nicolás, que ofrecen al visitante la evolución de la iconografía en un largo periodo de la evolución de la historia del arte. Inusual y único es el conjunto de grandes iconos, fechados alrededor de 1698 y procedentes del monasterio de Iosifo-Volotsky. Los creadores de estos iconos fueron los hermanos Potapov. La identificación de los artistas es una rareza en el arte ruso antiguo, que era predominantemente anónimo por lo que se conocen muy pocos nombres de los pintores rusos de iconos.
Iconostasios rusos
La exposición –que ya ha pasado por Valencia– incluye también piezas de iconostasios rusos, procedentes de diversas iglesias y correspondientes a diferentes períodos. Los iconostasios son una división o muro que parte de un lado a otro el ábside, separando el sagrario del cuerpo del templo y cerrando el altar a los fieles. Esta pared está decorada con conjunto de iconos, distribuidos en sucesivas filas o hileras horizontales tematizadas. Rusia Sagrada muestra diversas piezas de iconostasios como las Puertas Reales y la Puerta del Altar del Buen Ladrón
El Museo Rublev de Moscú abrió sus puertas en 1947 y durante muchos años fue el único museo de la URSS especializado en el arte religioso. Actualmente dispone de una amplia colección de obras (alrededor de 15.000) y presenta a sus visitantes notables ejemplares del mejor arte ruso de los siglos XI hasta principios del siglo XX. La parte más reconocida de su colección es, sin duda alguna, su colección de iconos, aunque también cuenta con una gran colección de manuscritos, artículos textiles de liturgia religiosa, artes decorativas, obras de talla a gran escala y piezas arqueológicas.
Andrey Rublev, el principal iconógrafo ruso
El Museo de Cultura y Arte Antiguo Ruso Andrey Rublev de Moscú debe su nombre al pintor Andrey Rublev, considerado el principal iconógrafo ruso. Pintor y religioso, la vida de Rublev transcurrió entre la última parte del siglo XIV y principios del siglo XV. Su obra es considerada como la más perfecta del arte ruso antiguo. La primera mención al arte iconográfico de Rublev data de finales del siglo XIV, cuando decoró iconos y frescos para la catedral de la Anunciación del Kremlin de Moscú. Rublev se inició como asistente de Teófanes el Griego. El artista pasó la parte final de su vida en el monasterio de Spaso-Andronikov, donde pintó los murales de la catedral y donde fue enterrado. Fue canonizado en 1988. La iglesia ortodoxa rusa celebra su día de santoral el 4 de julio. En 1966 se estrenó la película soviética Andrey Rublyov, dirigida por Andrei Tarkovsky, que narra la vida del religioso y artista ruso. Las obras más tempranas del Museo corresponden al período anterior a la invasión mongola, desde el siglo XI hasta la mitad del siglo XIII. Las series de tablas más brillantes, en cuanto a su variedad y nivel artístico, están dedicadas a la iconografía de Moscú y Tver de los siglos XV-XVI y constituyen un claro ejemplo del auge espiritual y estético que llegó a todos los centros del arte ruso. Destaca, sobre todo, la ciudad de Moscú, donde a lo largo del siglo XV trabajó la pléyade de maestros más notables, encabezada por Andrey Rublev, y más tarde por Dionisio. Sus obras se caracterizan por la viveza de sus imágenes y por una delicadeza especial. El siglo XVI fue una época de conmociones sociales y políticas, que se plasmó en iconos llenos de dramatismo. Por ejemplo, el icono de San Juan el Bautista. |
Alicante. Rusia Sagrada. Iconos del Museo Rublev de Moscú. Centro Cultural Bancaja.
Del 19 de enero al 27 de marzo de 2011.
Comisaria: Oksana Smirnova.