Bourriaud no es nuevo en esto de los festivales internaciones ya que ha comisariado con anterioridad la bienal de Moscú y la de Lyon. En esta ocasión, ha querido romper con la hegemonía británica que caracterizaba el certamen, convirtiéndolo en un evento internacional que refleja la realidad londinense, que es al fin y al cabo mucho más multicultural que estrictamente inglesa. Se presentan los últimos trabajos de 28 artistas internacionales, nacidos entre 1960 y 1980, que exploran dentro de una gran diversidad de medios: escultura, dibujo, vídeo arte, fotografía, instalación etc.
Otra modernidad
Altermodern, es mucho más que una trienal. Este término, propuesto por Bourriaud, pretende hacer historia. Describe un nuevo giro en el arte, sugiere que el período histórico definido como postmodernidad está llegando a su fin y que, del mismo modo que ésta se abrió paso con la crisis del petróleo de 1973, Otra Modernidad se ve simbolizada por la crisis financiera global, que pone fin a esta era de superabundacia.
En definitiva, propone una forma de modernismo del siglo XXI. Desde los años noventa, se arrastra la idea postmoderna del arte surgida en los setenta, algo que se hace patente en muchas de las obrascontemporáneas, que de alguna manera guardan un sabor anacrónico. Bourriaud pretende guiar en la búsqueda hacia esa nueva modernidad que se adapte al momento actual, reconfigurada para la era de la globalizacion, entendiendo sus aspectos económicos, políticos y culturales.
Para todos los gustos
La Trienal, aunque pequeña si la comparamos con otras iniciativas de las mismas características, presenta algunas propuestas de gran interés. En ella se puede ver, por ejemplo, el trabajo de Peter Coffin, artista americano cuyo trabajo se centra en la búsqueda de nuevas experiencias para el espectador. En Untitled Coffin selecciona un total de 13 obras de la colección de la Tate de artistas como Nan Goldin, Francis Picabia, Samuel Colman y Naum Gabo, entre otros, y las transforma a través de un espectáculo de luz, color y sonido. Las obras, que están en su hábitat natural, simultáneamente se transforman y convierten en protagonistas animados de un nuevo relato abierto para ellas a través de estas nuevas e insólitas posibilidades de interpretación.
Curioso es también el trabajo de Tacita Dean, artista inglesa, que presenta una serie de fotografías realizadas en 2001 con el título The Russian Ending. Aparentemente, Dean descrubrió en Copenhague una industria del cine, donde a principios del siglo XX tenían por costumbre hacer dos versiones de una misma película: una con final feliz, para el mercado americano, y otra con final trágico para el mercado ruso. Estas son una serie de fotografías de gran poder evocativo y fuerte sentimiento melancólico.
Protagonista: la instalación
Pero, sin embargo, la protagonista de esta exposición es la instalación, en la que destacan los proyectos de Bob y Roberta Smith (artista y alterego), David Noolan o Matthew Darbyshire, siendo especialmente brillante la iniciativa del artista alemán residente en Londres, Gustav Metzger. Metzer comenzó a trabajar con cristales líquidos en sus proyecciones a mediados de los años sesenta, cuando descubrió sus características efímeras, creativas y flexibles como metáforas del arte en movimiento, cambio y crecimiento.
Liquid crystal environment consiste en 5 proyectores, cada uno contenedores de esta sustancia, programados con un sistema térmico que calienta o enfría el liquido alternativamente, causando efectos psicodélicos que se ven reproducidos en las paredes, donde el espectador se ve inmerso en este mundo de color y magia (método que el artista había ya usado con anterioridad cuando creaba la escenografía para conciertos de grupos como Cream o The Who en el Londres de los sesenta).
Los conceptos de viaje, artista nómada o diálogo global son bien visibles en el contexto de la exposición. Altermodern propone un nuevo término para describir cómo los artistas contemporáneos responden al mundo globalizado en el que vivimos y exploran el paisaje transcultural que nos rodea, a la vez que los múltiples formatos de expresión y comunicación que de él se derivan.
La galería Tate Britain, anteriormente la galería Tate original, expone la colección más amplia de arte británico a nivel mundial. Usted puede contemplar y estudiar más de 500 años de creatividad, incluyendo las obras de los artistas británicos más famosos, desde JMW Turner, Thomas Gainsborough, John Constable, los prerrafaelistas y William Blake, hasta David Hockney, Francis Bacon, y las obras de arte contemporáneo que figuran en la serie de ‘Art Now’. Esta amplia colección de arte se puede visitar gratuitamente, y se complementa, durante todo el año, con exposiciones especiales relacionadas con el arte de Gran Bretaña.
Hasta el 26 de abril en la Tate Britain [1].