Como explica Rosa Martínez, comisaria del proyecto, esta pieza adquiere sentido porque "cuestiona la identificación de espacio público con espacio en la calle. El espacio público es aquí concebido como espacio de condensación histórica que, protegido y regulado por las instituciones públicas, se convierte en patrimonio cultural para el uso, la reflexión y el disfrute individual y colectivo".
Tradiciones culturales diversas
La obra, además, conjunta la riqueza de tradiciones culturales diversas, mostrando las conexiones transversales entre el misticismo cristiano de las monjas de clausura, la poética sufí de Ibn Arabí (místico nacido en Murcia) y las búsquedas artísticas actuales. Juega con un conjunto amplio de referencias y enlaza diversas concepciones de belleza y espiritualidad, buscando el sustrato común que las une, más allá de diferencias formales y rituales . De esta forma, la pieza propone a los espectadores una experiencia conceptual y estética en la que cada visitante interacciona visualmente con ella.
El conjunto cóncavo del espejo crea una sombra invertida y opaca de lo que tiene delante, mientras que los fragmentos octogonales que lo componen reflejan la imagen en positivo de lo que está muy cerca. Los espectadores, al acercarse, se verán a sí mismos en múltiples imágenes, pero el espejo nunca reflejará detalles de la vida monacal: sólo los colores y tonos cambiantes de la luz durante el día en los espacios exteriores del claustro. El juego de opuestos entre lo positivo y lo negativo encuentra así una forma única de coexistencia y de sincronicidad.
Anish Kapoor
Nacido en Mumbay, India, en 1954, vive en Inglaterra desde principios de los años 70. Desde allí se ha configurado no sólo como uno de los creadores más destacados de la nueva escultura británica sino como una de las figuras más relevantes del panorama contemporáneo internacional.
Kapoor recibió el prestigioso Turner Prize en 1991 y realizó el proyecto para el Turbine Hall en la Tate Modern en 2002. Ha participado en los más importantes eventos internacionales, como la Documenta IX de Kassel (1992) o el pabellón Británico de la Bienal de Venecia (1990); además ha realizado significativas exposiciones individuales en relevantes instituciones museísticas, así como fascinantes proyectos de arte público como la gigantesca Cloud Gate inaugurada en 2004 en el Millenium Park de Chicago.
A principios del siglo XXI, el arte de Anish Kapoor es representativo del poder del mestizaje, de la espiritualidad que nace de la sensualidad, de la capacidad de hacer visible lo invisible y de la riqueza cognoscitiva que emerge del sutil juego de opuestos: luz/oscuridad; lleno/vacío; tierra/cielo; cuerpo/mente. Se inscribe así en una línea que busca el misticismo de la belleza y se complace en la sutileza metafísica que surge de la materia.
Murcia. Anish Kapoor: Islamic Mirror. Museo de Santa Clara.
Patrocinio: Fundación Bancaja.
Hasta el 11 de enero de 2009.