Los originales de Kiefer son una relectura actualizada del mito de Jasón y su búsqueda del vellocino de oro. “Una serie compacta y coherente de fotografías”, tal y como explica el artista, que parte de “un contexto muy banal y cotidiano”, como la gran mayoría de sus obras.
El autor comenzó a gestar este proceso creativo tras una reunión con amigos y colaboradores en la década de los 80. Al término del encuentro, “la mesa parecía un campo de batalla: tazas vacías, restos en los platos, migas, manchas”, detalla Kiefer. La escena le sirvió de inspiración para recrear –a través de imágenes simbólicas y poéticas– los avatares de la leyenda Jasón y los Argonautas. Su particular manejo de la luz hace que las fotografías reflejen el aura del mito griego que guió a Kiefer en esta producción. Una historia sobre el tesón de hombres y mujeres para superar cualquier obstáculo, “un mito que todos llevamos dentro aún sin haber leído nada sobre él”.
De lo insignificante a lo esencial
Las obras de Anselm Kiefer surgen de un modo insignificante, a partir de una idea incipiente que poco a poco va adquiriendo forma. “Lo banal es el mejor punto de partida para hacer descubrimientos propios y creo que lo insignificante tiene más valor para el observador”, detalla en su texto el artista alemán.
Die Argonauten surge de “un proceso tan normal como tomar un café que, sin embargo, puede albergar la dramática lucha de los argonautas, sólo hay que reconocerla”. Hay que traspasar la frontera de lo banal e identificar la idea que subyace en ella, la misma lucha cotidiana que todos los seres humanos afrontamos diariamente.
Como una gran parte de la obra del artista, esta serie fotográfica no pretende crear una obra de arte que resulte interesante o incluso estética, sino que sus originales remiten a “la capa que hay detrás de las cosas”, lo único, como explica el artista, “que nos mantiene vivos”.
Madrid. Anselm Kiefer, Die Argonauten. Ivorypress Art + Books [1].
Hasta el 26 de marzo de 2011.