A través de autores representativos de diversas expresiones y estilos, que presentarán obras procedentes de América Latina, el Caribe, África, Asia, Oriente Medio y, en menor medida, también de Norteamérica, Europa y Australia, la cita lleva el lema La integración y resistencia en la era global, en alusión a la unión sin perder la identidad propia. Además, fuera del programa de la Bienal, el Museo Nacional de Bellas Artes expondrá Chelsea visita a La Habana, compuesta por obras de los fondos de galerías de Nueva York en la que interviene un grupo de unos 40 artistas estadounidenses.
Gran participación
El conjunto abarca grabados, esculturas, instalaciones y obras en vídeo de creadores como Uta Barth, Delia Brown, Carrey Maxon, Paul Pfeifer, Laurie Thomas, Andrew Moore, Matthew Ritchie, Tina Barney y Ed Ruscha, entre otros.
Toda la red de galerías de la ciudad participarán en esta bienal que tiene, como novedad, la organización de talleres que impartirán artistas como el puertorriqueño Antonio Martorell y la cubana Tania Brugueras.
Entre los invitados de esta edición se ha confirmado la presencia de León Ferrari (Argentina), Sue Williamson (Suráfrica), Hervé Fischer (Francia y Canadá), Pepón Osorio (Puerto Rico), el fotógrafo Paulo Bruscky (Brasil), Darío Escobar y Regina José Galindo (Guatemala) y Abraham Cruz-Villegas (México).
El comité organizador ha señalado que "sigue siendo una bienal que tiene la característica de mantener una presencia amplia, de toma e intervención en la ciudad" y que la Bienal está aún en la fase de preparación de los locales en el complejo de fortalezas coloniales Morro-Cabaña, donde estará el núcleo central, dedicado a los artistas invitados, como ha sido habitual desde 1994.
Otras dieciséis exposiciones más están previstas en espacios del centro histórico de La Habana, la Casa de las Américas y el céntrico Pabellón Cuba, entre las que destacan Inquietud lúdica, dedicada al diseñador japonés Shigeo Fukuda, y otra con el fotógrafo colombiano Fernell Franco como protagonista.