Citoler, coleccionista independiente, autodidacta, irreductible en sus gustos y fiel a su instinto ha hecho una colección grande, rica y que permite dibujar un sinfín de itinerarios plásticos, históricos, argumentales, geográficos o biográficos. Un paseo artístico entre lo local y lo global que narra certeramente el mundo que fue, que refleja el mundo que es y que permite intuir el mundo que vendrá.
Arte como vida, como se titula la muestra, presenta creaciones de artistas más y menos conocidos, firmas familiares y nombres ignorados, temas universales y argumentos próximos, temas costumbristas y asuntos de vanguardia, algunos autores de la actual centuria y muchos creadores del pasado siglo XX.
Gran coleccionista
Pilar Citoler, una de las principales coleccionistas de arte contemporáneo de nuestro país, estudió Medicina y Estomatología –al igual que su padre y su abuelo– en las universidades de Madrid y Zaragoza. Residente en Madrid desde los años sesenta, su primer contacto con el arte contemporáneo nace inspirado en el modelo “conquense”. Sus frecuentes contactos con esta ciudad, en las fechas inmediatamente posteriores a la creación por Zóbel del Museo de Arte Abstracto Español, le mueven a adquirir la casa que fuera de Eusebio Sempere. Es en este lugar, con vistas a la hoz del Júcar, donde comienza su colección de arte contemporáneo.
Su primera adquisición seria fue el óleo de José Caballero El andaluz perdido, adquirido en la galería de Juana Mordó de Madrid en 1969. Desde entonces, sólo ha vendido dos piezas, hecho del que siempre se ha arrepentido (“lo considero una especie de traición”). Su colección, conocida como Circa XX, sigue creciendo y ya incluye más de 1.300 obras de arte contemporáneo, tanto nacionales como internacionales, y de muy diversos géneros: pintura, escultura, bibliofilia contemporánea y gráfica.
San Sebastián. Arte como vida. Colección Circa XX. Pilar Citoler. Sala Kubo-Kutxa [1].
Hasta el 26 de agosto de 2012.
Comisariado: Dolores Durán Úcar / Comisario invitado: Alfonso de la Torre Vidal.