La Rubell Family Collection, con sede en Miami y fundada en Nueva York por Don y Mera Rubell en 1964, es una de las mayores de arte contemporáneo privadas del mundo, no sólo por la calidad de las obras que reúne, sino por la forma en la que crece cada año gracias a las adquisiciones.
Goya tiene un papel destacado en esta muestra sin estar presente con sus obras. Terror, ignorancia y belleza grotesca fueron algunos de sus temas y muchos de los artistas de esta muestra comparten el mismo gusto o fijación por esa estética perturbadora y extraña: Borremans [1], Francesco Clemente [2], Neo Rauch, Thomas Zipp [3] o la pintura de Cecily Brown en la que unos falos se ciernen sobre una mujer desnuda que dormita, en una alusión profunda a las últimas obras de Goya.
Estética perturbadora
John Baldessari [4] hace lo propio adueñándose de la serie Los desastres de la guerra para crear su Serie Goya: Lo mismo en otras partes; Marlene Dumas [5] también le rinde homenaje con su figura ahorcada Imaginario 2, y Robert Colescott [6], primer artista negro en representar a Estados Unidos en una exposición individual en la Bienal de Venecia en 1997, es capaz de transformar los cuadros en versiones muy personales al buscar la sátira como veneno de la realidad.
También se encuadra en este margen, Matthew Day Jackson (1974), representado en la exposición por dos obras, Rushmore y Harriet, en los que deifica a protagonistas femeninas largo tiempo marginadas. Es el caso del lienzo de varios metros, Rushmore (2006), cuya superficie es un cuadro vivo y en el que reimagina la construcción de la identidad estadounidense. En esta obra, Day Jackson sustituye a los famosos presidentes estadounidenses del monte Rushmore por mujeres históricamente relevantes en la defensa de derechos humanos: Susan B. Anthony [7] –feminista líder del movimiento de los derechos civiles–, Sacagawea [8] –india shoshone que formó parte de uno de los viajes más importantes de reconocimiento del territorio de Norteamérica–, Eleanor Roosevelt [9] –’primera dama’ estadounidense que trabajó en la Declaración Universal de los Derechos Humanos– y Harriet Tubman [10] –luchadora por los derechos de los negros americanos en la Guerra de Secesión.
También vídeo
Un caso parecido, pero desde otra óptica, es el de Keith Haring [11] “saqueando” los posters de Marilyn Monroe o Elvis Presley; Takashi Murakami o Andy Warhol explotando la cultura popular o el retrato del joven Lincoln por Elizabeth Peyton [12] o el Cristo de Luc Tuymans [13], que en opinión del director de la Rubell, Juan Roselione-Valadez, “actualiza la monumentalidad austera y estática que encontramos en los retratos de santos y monjes que, en el siglo XVII, pintó el maestro español Francisco de Zurbarán”. Este aspecto ascético y también siniestro se combina en la obra de Urs Fischer, Sin título (ramas colgantes), el único elemento escultórico, pictórico y votivo de la muestra.
Además, como complemento a la muestra pictórica se presentan cinco vídeos de cuatro artistas contemporáneos. Los vídeos muestran la relación entre la pintura y este medio de creación contemporánea desde el personal punto de vista de sus autores: William Kentridge [14] (Sudáfrica, 1955), Félix en el exilio, 1994, Jacco Olivier [15] (Holanda, 1972) Once de la mañana, 2004, Jennifer West [16] (EE.UU., 1966), Fiesta del arco iris 2008, y Hernan Bas [17] (EE.UU., 1978) Momentos fugaces, 2005, representado también con un cuadro en la exposición.
Madrid. Pinturas de la Rubell Family Collection. Sala de Arte. Exposiciones Boadilla [18].
Hasta el 17 de junio de 2012.
Comisario: Don y Mera Rubell.
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