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Bancaja expone al prestigioso Piranesi en Sagunto

Más de medio centenar de obras de las series Vedute di Roma (1748-1778) y Le Antichità Romane (1756) de Giovanni Battista Piranesi, uno de los principales grabadores de la historia, se podrán contemplar en la Sala de Exposiciones Glorieta hasta el 8 de noviembre.

Prestigioso Piranesi

Este conjunto está acompañado de una decena de láminas de su hijo Francesco, que aportan continuidad al estilo de Piranesi ya en el siglo XIX. La mayoría de estos grabados fueron comprados en Roma por el padre Bonaventura Ubach a finales de la Primera Guerra Mundial.

Además, la exposición está acompañada de un audiovisual que permite ver, página a página, el libro Il Campo Mazio dell’Antica Roma (1762), un tratado considerado esencial para comprender la defensa que Piranesi hizo de Roma en un tiempo en que se discutía su supremacía en la antigüedad.

 

Sagunto (Valencia). Los Piranesi de Monserrat. Sala de Exposiciones Glorieta de Sagunto.

Del 10 de septiembre al 8 de noviembre de 2009.

 

El Rembrandt de las ruinas

Piranesi nace el 4 de octubre de 1720 en Mogliano di Mestre, localidad próxima a Venecia, ciudad que tendría una fuerza decisiva en su destino. En Venecia conoce un género artístico ya consolidado: las vedutte o vistas topográficas de la ciudad, un género que en aquel momento desarrollaban Gaspar van Wittel, Luca Carlevaris y, sobre todo, Canaletto.

En 1740, viaja a Roma como dibujante, ciudad que era entonces la capital intelectual de Europa, destino de formación de aquellos jóvenes que emprendían el Gran Tour, y allí Piranesi descubrió la semilla de nuevas ideas. Estuvo en la Ciudad Eterna tres años, pero cuando regresó, ya en 1745, se quedó en ella el resto de su vida.

Piranesi grabó al aguafuerte los parajes y monumentos más conocidos de Roma, que servían de recuerdo a los primeros turistas procedentes del norte de Europa, una primera aproximación a las postales actuales, perfectamente fechadas y catalogadas, que recogen treinta años grabando vistas de su ciudad de adopción. Vistas como la Isla Tiberina, el Coliseo, la pirámide Cestia, el Campidoglio, o Vila Pamphili, entre otras, crearon un imaginario de Roma y de su entorno difundiéndolo por toda Europa.

Por otra parte, también reflejó vistas en la cuales la naturaleza y vegetación ganan el protagonismo al lugar, como las cascadas de Tívolo, de agua abundante y árboles que se recortan encima del cielo como los brazos de un candelabro rococó o el templo de Minerva como una torre de Babel romántica, o la galería de Vila Adriana, de una potencia visual extraordinaria. Realizó su obra como si el grabado fuese pintura, con una técnica de claroscuro que hasta entonces sólo Rembrandt había conseguido. Por éste motivo Piranesi ha sido definido como “el Rembrandt de las ruinas”.