En 2007 abrió la Fundació Suñol. En 2008, la Fundació Alorda-Derksen, y ese mismo año, la Fundació Godia se trasladó a la Casa Garriga Nogués, con 2.700 metros cuadrados de exposición. En abril de este año se inaugurará el Can Aramis. Y en mayo, el Museu del Modernisme,
Este espectacular aumento hará que Barcelona cuente, en breve, con ocho grandes espacios dedicados al arte financiados totalmente por capital privado. Y que haya doblado en dos años la oferta expositiva en manos de particulares.
Las cifras confirman el buen momento que viven los museos privados y demuestran que la vía no institucional para exhibir las colecciones privadas es una tendencia al alza, validada por el más de medio millón de visitantes del 2008.
La familia Pinós Guirao, dueña de la galería Gothsland, ha sido la última en incorporarse al circuito de los museos privados. Propietaria de una amplia colección de arte modernista catalán, el próximo mes de mayo inaugurará el Museu del Modernisme. La colección, con más de 300 piezas, entre pintura, escultura y mobiliario, recoge obras de todos los artistas destacados del movimiento, como Gaudí, Casas, Rusiñol, Graner, Mir, Llimona, Busquets, Homar, Escaler, Meifren y Arnau.
El espacio de exhibición, dos plantas de 500 metros cuadrados cada una de un antiguo almacén de la calle Balmes, ha sido totalmente reformado y planificado para el lucimiento de las piezas.