Reconocido internacionalmente como precursor del uso de la imagen proyectada y, posteriormente, de una forma de representación pictórico-digital utilizando la pantalla de plasma, Bill Viola (Nueva York, 1951) expresa en el conjunto de su obra un compromiso personal adquirido desde hace casi cuatro décadas con las experiencias humanas básicas, lo que conciencia de que la vida es un proceso en permanente evolución.
Producida y organizada por el Museo Picasso Málaga, esta exposición cuenta con la colaboración del artista y su estudio, así como de Kira Perov y de la Galería James Cohan de Nueva York.
Trayectoria
Bill Viola [1] comenzó a utilizar el vídeo con finalidades artísticas, junto con otros artistas, a mediados de los años sesenta y consiguió desarrollar el nuevo medio de expresión a principios de los años 70. A lo largo de 35 años ha producido cintas de vídeo, instalaciones arquitectónicas virtuales, sonidos ambientales, actuaciones de música electrónica, piezas de vídeo en pantalla plana y obras para ser emitidas por televisión. Sus instalaciones de vídeo, montajes completos que envuelven al espectador en la imagen y el sonido, usan las tecnologías más avanzadas y son exhibidas en museos y galerías de todo el mundo.
Sus trabajos se centran en experiencias humanas universales (nacimiento, muerte, evolución de la conciencia) y tienen sus raíces tanto en el arte oriental como en el occidental, así como en las tradiciones espirituales. Para contribuir a la implicación del espectador con la imagen y para que conecte profundamente con sus significados, el videoartista neoyorquino recurre a menudo a técnicas de cámara ultralenta.
Málaga. Bill Viola. Obras figurativas. Museo Picasso [2].
Del 28 de junio al 12 de septiembre de 2010.