La pintura de Sandro Botticelli se ha convertido en un hito del Renacimiento y, en concreto, su Retrato idealizado de una dama (1480) se encuentra entre las principales y más visitadas obras del Städel Museum. La belleza sutil de sus figuras mitológicas y la elegante gracia de sus figuras de vírgenes hacen que sus creaciones se conviertan en la quintaesencia de la pintura florentina de la Edad de Oro, según la regla de Lorenzo el Magnífico.
Botticelli, que tuvo una formación inicial como orfebre, enseguida pasó a ser aprendiz de Fra Filippo Lippi, al lado de Verrocchio, Ghirlandaio, y los hermanos Pollaiuolo, llegando a convertirse en uno de los pintores de mayor éxito de Florencia en la segunda mitad del quattrocento italiano.
En el entorno de los Medici
Desde 1470, recibió prestigiosos encargos públicos y se hizo un nombre como pintor de retablos de gran tamaño. A lo largo de su vida, Botticelli se mantuvo siempre cercano al entorno de la familia de los Medici y sus partidarios. En el cumplimiento de los deseos de este influyente grupo en la realización de innovadoras pinturas decorativas, el maestro no sólo se basó en su propio conocimiento de las tradiciones florentinas y de arte antiguo, sino también en las sugerencias y conceptos definidos en el círculo de humanistas que se reunieron en torno a Lorenzo de Medici.
Tenido en gran estima tanto por sus trabajos sobre lienzo como por su labor como pintor de frescos, disfrutó de un gran prestigio incluso más allá de su Florencia natal, llegando a ser uno de los artistas convocados por el Papa Sixto IV para decorar las paredes de la Capilla Sixtina en 1481.
80 obras
La exposición en el Städel Museum de Frankfurt, comisariada por Andreas Schumacher, del propio museo, muestra más de 80 obras de este artista, del entorno de su taller y de algunos de sus contemporáneos, como Filippino Lippi y Andrea del Verrocchio, algunas de ellas procedentes de las colecciones más importantes de Europa y EE.UU., que han apoyado la muestra con la cesión temporal de algunas obras fundamentales.
En cuanto a su estructura, la muestra revisa todas las fases de la obra de Botticelli, enfrentándola con obras de sus colegas relacionadas temáticamente y examinando el contexto histórico de sus trabajos en tres partes diferenciadas: la primera se centra en sus retratos y pinturas alegóricas, mientras que el segundo capítulo recorre sus famosas representaciones mitológicas de diosas y heroínas de la virtud y la tercera parte está dedicada a su abundante obra religiosa.
Frankfurt. Botticelli. Städel Museum.
Hasta el 28 de febrero de 2010.