Este año se conmemora el cuarto centenario de este terrible episodio, el más célebre del proceso iniciado por el Tribunal de la Inquisición de Logroño contra las prácticas de brujería y magia que condenó a decenas de habitantes del valle navarro del Baztán, en especial de Zugarramurdi y Urdax.
Proceso clave
El Proceso de Logroño ha sido considerado como uno de los más importantes llevados a cabo por la Inquisición en España y uno de los pocos en los que pueden observarse posiciones encontradas entre los miembros del Tribunal: los inquisidores Alonso Becerra y Juan del Valle Alvarado contra Alonso de Salazar Frías (1564-1635).
Gracias a la intervención del prudente inquisidor Salazar [1], esta sería la última vez que la Inquisición española condenaría a alguien por estos supuestos crímenes. En el conocido como «Edicto de silencio», la Inquisición reconocería los errores cometidos a lo largo del proceso para acabar concluyendo, con Salazar, que la única realidad de las brujerías es que sólo aparecían brujas y embrujados cuando se hablaba y escribía sobre ellos.
La muestra incorpora los materiales documentales y escenografías incluidos en la exposición ¡Brujas!: Zugarramurdi y los archivos de la Inquisición, organizada en 2008 por el Archivo Histórico Provincial de Álava y el Archivo Histórico Nacional, en la que se mostraron, por primera vez, los documentos originales de la que fue la mayor caza de brujas de la historia de España, con más de siete mil personas implicadas y dos mil procesados.
Nuevos documentos
Además, se añaden para esta exposición nuevos documentos provenientes del Archivo Municipal de Logroño y del Archivo Histórico Provincial de la Rioja, a fin de contextualizar la época en la ciudad y las circunstancias que rodearon la preparación y transcurso del Auto.
La exposición combina contenidos rigurosos con el uso pedagógico de montajes escenográficos y recursos multimedia que ayudarán al visitante a introducirse en creencias, tradiciones y supersticiones que ya no son las nuestras.
| Un giro decisivo El proceso inquisitorial de Logroño, con sus dos mil acusados y casi cinco mil sospechosos, es uno de los más copiosos que se han conocido hasta ahora. En España, los acontecimientos provocaron un giro decisivo en la historia de la persecución de brujas. Si dicho proceso llama hoy la atención de los investigadores internacionales se debe al sensacional análisis de las causas y mecanismos de la persecución realizado por uno de los jueces directamente involucrados, el inquisidor Alonso de Salazar Frías. A través de los informes e interrogatorios que se han conservado de aquél «defensor de las brujas», como lo llamaban sus contrincantes, por primera vez en la Historia los brujos y las brujas toman libremente la palabra. Sin forzamiento si tortura, nos cuentan ahora los detalles que tan minuciosamente fueron omitidos en las actas procesales de Francia, Alemania, Dinamarca, etcétera. Mientras los jueces franceses, alemanes o daneses nutrían el fuego de sus hogueras con interminables filas de inocentes, las brujas españolas fueron sentenciadas a penas leves.
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Logroño. Brujas, Inquisición, Auto de Fe. Logroño 1610-2010. Sala de exposiciones del Ayuntamiento de Logroño [2].
Del 5 de noviembre de 2010 al 9 de enero de 2011.