Para los comisarios de la muestra este tipo de prácticas urbanas aparecen, se desplazan y desaparecen, como si se tratara de un post-it que señala lugares, puntualmente importantes, y que casi no deja rastro alguno. Se trata, en definitiva, de fenómenos que ponen en evidencia las diferentes necesidades y carencias que afectan sobre todo a determinados colectivos y que rescatan el valor de uso del espacio público.
Distintos usos y situaciones
Los fenómenos post-it city ponen de relieve la realidad del territorio urbano como el lugar donde, de forma legítima, se solapan distintos usos y situaciones, en oposición a las crecientes presiones para homogeneizar el espacio público.
Frente a los ideales de la ciudad como lugar de consenso y de consumo, las ocupaciones temporales del espacio rescatan el valor de uso, desvelan distintas necesidades y carencias que afectan a determinados colectivos, e incluso potencian la creatividad y el imaginario subjetivo.
Tras la realidad post-it city, la ciudad reaparece como territorio atravesado por múltiples dinámicas y procesos, pero también por numerosos sujetos de genuina dimensión política gracias a su lícita acción intrusa, parasitaria y de reciclaje que refleja estrategias de supervivencia y de imaginación. Desde otra perspectiva, las actividades temporales que infectan el espacio público con numerosos artefactos para-arquitectónicos permiten que la reflexión acerca de la experiencia urbana reconduzca su atención hacia lo minúsculo, corrigiendo así la arrogancia de la arquitectura tradicional.
La muestra ofrece una selección de los casos más representativos de las investigaciones que se han llevado a cabo en el marco del proyecto POST-IT CITY, dirigido por Martí Peran (www.ciudadesocasionales.net) e iniciado en 2005 durante la celebración de seminarios y talleres en el Centre d’Art Santa Mònica de Barcelona.
Broche de oro
El proyecto, que ha creado una red entre investigadores de todo el mundo, no nació con la idea de promover una lectura homogénea de los mecanismos de apropiación del espacio público a escala planetaria sino, por el contrario, con la de sugerir la aproximación a determinados casos post-it para acentuar las peculiaridades de cada contexto y abrir un diálogo común entre distintas perspectivas.
La llegada a Cádiz de esta exposición –tras su paso durante 2008, 2009 y 2010 por Barcelona, Santiago de Chile, São Paulo, Buenos Aires y Montevideo– supone también el broche de oro a POST-IT CITY ya que Martí Perán concibió la idea de trasladar la investigación original sobre el papel a un proyecto expositivo en la playa de Cádiz al contemplar las “apropiaciones” que familias y vecinos hacían de la arena para organizar partidas de cartas, tertulias, almuerzos y cenas al aire libre…
Los visitantes que se acerquen a la exposición podrán contemplar, a través de vídeos, audios, fotografías y paneles, cerca de 50 casos documentados de ocupaciones ocasionales en ciudades de todo el mundo.
Ejemplos variopintos
De los refugios improvisados de los sin techo en Tokyo a las micro construcciones de Valparaíso concebidas para alimentar a los perros callejeros, pasando por la decoración de autobuses en la ciudad de Panama; el cementerio habitado de El Cairo; las microindustrias de jardinería en Nairobi; las “casetas” de telecomunicaciones en Brazzaville y Kinshasa; los jardines comunitarios de Nueva York; la instalación de un gimnasio bajo una autopista de Sao Paulo; la organización de un mercado en un antiguo estadio deportivo de Varsovia y la práctica del skateboarding frente al MACBA de Barcelona, entre muchos otros.
En la muestra se pueden ver también los vídeos City tellers, de Francesco Jodice (Nápoles, 1967) y Garde l’Est, de Francisca Benítez (Santiago de Chile, 1947). El primero recorre la vida cotidiana en São Paulo, y cuenta historias sobre la nueva economía, los trabajos y estilos de vida alternativos, mostrando la evolución de la forma de vivir en el siglo XXI. Jodice rueda en el estilo del cine negro con tonos oscuros y densos mezclados con imágenes solares en formato panorámico que crean una particular identidad visual y oscilan entre el documental y la narrativa visual. Garde l’Est, por su parte, presenta la imagen de hatillos que contienen los efectos personales de emigrantes afganos anidando en los árboles parisinos.
Cádiz. Post-it. Ciudades ocasionales. Museo de Cádiz.
Del 19 de mayo al 3 de julio de 2011.
Comisarios: Giovanni La Varra, Martí Peran, Filippo Poli y Federico Zanfi.