Arte y ciencia. Oriente y Occidente
No es de extrañar que la pólvora constituya su principal medio artístico, que emplea tanto en delicadas creaciones sobre papel como en espectaculares proyectos en los que concita la colaboración del público. De alguna manera, este medio concentra la encrucijada entre arte y ciencia, entre Oriente y Occidente, y le permite realizar una obra de enorme complejidad intelectual que combina la espectacularidad pública con la dimensión política y social.
La exposición Cai Guo-Qiang: Quiero creer es una retrospectiva que recorre el vocabulario visual y conceptual de este artista compuesta por dibujos realizados con pólvora, proyectos de explosión, instalaciones y proyectos sociales. En ella se podrán ver más de 40 obras, que van desde los años ochenta hasta el momento actual, seleccionadas de importantes colecciones públicas y privadas de EE.UU., Europa y Asia.
La muestra evidencia su influencia como productor cultural de espectáculos socialmente provocadores para grandes audiencias, entre los que se encuentra su trabajo reciente como miembro fundamental del equipo que planificó las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008. Destruir para poder crear es el punto de partida de este artista transgresor y provocador que ahora expone el Museo Guggenheim Bilbao.
Artista glogal
Se trata de una rica presentación de la singular iconografía estética de Cai Guo-Qiang, inspirada en la mitología antigua, la historia militar, las filosofías taoísta y budista, la ciencia cosmológica, la tecnología pirotécnica, la medicina china y los conflictos globales contemporáneos, que acogerá, además una de sus más espectaculares instalaciones: Inoportuno: primera etapa (2004), que consta de ocho coches suspendidos en el aire en progresión circular y perforados por barras luminosas intermitentes, que llena el espacio del Atrio.
Esta muestra, que llega a Bilbao tras el éxito cosechado tanto en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, donde se convirtió en el espectáculo de arte visual más visitado, como en el Museo Nacional de Arte de China en Beijing, donde formó parte de la programación cultural de los Juegos Olímpicos de 2008, ha sido comisariada por Thomas Krens, asesor senior de asuntos globales y por Alexandra Munroe, conservadora jefe de Arte Asiático del Solomon R. Guggenheim Museum,
Según Krens, "Cai Guo-Qiang ha socavado los parámetros de la creación artística aceptados en nuestro tiempo. Oscila con libertad entre la mitología antigua, la historia militar, la cosmología taoísta, las tácticas revolucionarias maoístas, la filosofía budista, la tecnología pirotécnica, la medicina china y los conflictos globales contemporáneos”.
Vida y obra Cai Guo-Qiang nació en 1957 en Quanzhou, una ciudad costera de la provincia de Fujian, en el sudeste de China. La rica historia de la ciudad portuaria ha constituido una fuente esencial de inspiración para el artista. Durante el régimen de Mao, en Quanzhou sobrevivieron algunas costumbres prohibidas en otras regiones, lo que supuso un estímulo para Cai en su infancia. En la década de 1980, Cai estudió escenografía en Shanghai. En 1986 se trasladó a Japón y en 1995 a Nueva York, donde reside en la actualidad. El artista se define como un verdadero “ciudadano del mundo”, lo que explica esa debilidad de las barreras culturales tan esencial en su obra. En 1996, la obra Grita dragón/Grita lobo: El arca de Gengis Kan resultó finalista en la primera edición del Premio Hugo Boss del Solomon R. Guggenheim Museum, que premia la innovación en las artes visuales; esto supuso un auténtico catalizador para el reconocimiento del artista a nivel internacional. La obra se encuentra entre las piezas más destacadas de la colección de arte contemporáneo del museo y fue expuesta en Bilbao en 1999. Tres años más tarde recibió el León de Oro de la XLVIII edición de la Bienal de Venecia por la instalación que presentó en la Bienal del Milenio: Patio de la recaudación de la renta de Venecia (1999). Cai recibió en 2007 en VII Premio de Arte Hiroshima. Junto con este galardón, la exposición del artista en el Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad de Hiroshima en 2008 incluyó el proyecto de explosión Fuegos artificiales negros, llevado a cabo en el parque de la ribera del Motomachi, junto a la Cúpula de la Bomba Atómica. Un vídeo documental de esta obra formará parte también de la exposición en Bilbao. Cai ha alcanzado la fama internacional a través de sus exposiciones en solitario y sus proyectos de explosión al aire libre de grandes dimensiones, así como por su contribución artística a las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de 2008. |
Bilbao. Cai Guo-Qiang; Quiero creer. Museo Guggenheim Bilbao [1].
Del 17 de marzo al 6 de septiembre de 2009.