El arquitecto, que comenzó construyéndole una casa a su padre al sur de Londres, se convirtió, a partir de la construcción del Centro Pompidou, en uno de los pioneros de la high-tech architecture. A pesar de ser el autor de grandes iconos de la arquitectura moderna, sus proyectos no han estado nunca desligados de un interés profundo por el urbanismo y una preocupación constante por la sostenibilidad y el uso social de la arquitectura. En la actualidad, es el asesor del alcalde de Londres para temas de urbanismo y da consejo, desde hace casi una década, al Ayuntamiento de Barcelona.
El último humanista. Así se ha definido a Rogers por su creencia en la sociedad civil y en la relación existente entre el espacio constructivo y la inclusión social. La muestra ilustra la fascinación de este arquitecto británico por el Movimiento Moderno a través de la concepción del edificio como máquina y de su interés por una arquitectura clara y transparente.
Comisarios muy especiales
La exposición, comisariada por el propio Rogers y Oliver Cinqualbre, conservador del Pompidou, fue presentada en este centro con motivo del 30 aniversario de su apertura. Llega ahora a Barcelona con una retrospectiva detallada de sus proyectos, desde sus primeros trabajos con Norman Foster en los años sesenta y su colaboración con Renzo Piano en la década sucesiva hasta el diseño del Centro Pompidou y las obras realizadas desde 1977 hasta la actualidad.
Cuenta con un amplio repertorio de materiales de diverso género: maquetas, dibujos, fotografías, vídeos y escritos del arquitecto, y estará abierta al público hasta el 7 de junio. Además, CaixaForum ha organizado un ciclo de conferencias sobre arquitectura y urbanismo que se realizarán durante el periodo de apertura de la muestra.
Barcelona. CaixaForum [1].
Del 6 de marzo al 7 de junio.
Comisarios: Richard Rogers y Oliver Cinqualbre.