Este artista es una de las referencias de la ilustración española del primer cuarto del siglo XX y precursor de muchas tendencias pictóricas que se desarrollarían posteriormente. Con Ochoa, y con una muestra en la que la pintura y la música se dan la mano para recordar el trigésimo aniversario de su fallecimiento, se inaugura el calendario expositivo 2009 de este centro.
Polifacético y humanista
En el catálogo de la exposición, José Francisco Estévez, nieto de Enrique Ochoa y comisario de la muestra, destaca su carácter polifacético y humanista.
Su obra y su vida es toda un vuelta al Renacimiento en la medida que su arte no sólo se plasmó en los lienzos. Se valió de su enorme creatividad y su depurada técnica -con un extraordinario dominio del dibujo, pastel u óleo- tanto en la ilustración -en la que fue todo un maestro-, como en la publicidad, la música, la tertulia e incluso la poesía. Su inquietud, fuerte personalidad y devoción religiosa fueron el denominador común de toda su trayectoria.
Capacidad de adaptación
También su capacidad de adaptación a cada época hace de Ochoa un artista camaleónico. Primero definido por algunos como costumbrista, retratista o pintor de la burguesía, después como ilustrador de las mejores revistas de su época. También comparado con los prerrafaelistas, identificado con el surrealismo al mismo tiempo que con el arte abstracto o el gestualismo americano. Ese ha sido su gran legado y riqueza artística.
Aranjuez. Enrique Ochoa. El pintor de la música. De la ilustración a la plástica musical. Espacio para el Arte y la Cultura de la Obra Social Caja Madrid.
Hasta el 9 de febrero.