El título del proyecto proviene de la película del mismo título de John Cassavetes y pretende ser una conjunción de elementos locales y universales, una mezcla de sentimientos encontrados, como son la violencia, la empatía o el amor, todas las historias que hay detrás de una fotografía, del reflejo de un instante en la vida de una persona.
Fragilidad y dureza
El uso de los farolillos hace conectar dos ideas contrapuestas en el trabajo del artista. Por un lado, la fragilidad de una lámpara que está hecha de papel y, a la vez, la dureza del mensaje explícito en las fotografías que ha usado. Aires nos hace entrar en su mundo a través de imágenes de guerra, violencia o destrucción, que ha obtenido del archivo fotográfico de ABC, a la vez que ha incluido imágenes personales, de toreros e, incluso, de hombres lobo.
La instalación reserva una sorpresa para el espectador: los farolillos permanecerán encendidos durante tres minutos. Pasado ese tiempo, se apagarán de repente, hasta dejar la sala completamente a oscuras durante diez segundos. Después se volverán a encender poco a poco hasta completar los 2.500 puntos de luz, volviendo a iluminar la sala durante otros tres minutos. «He trabajado en varias obras relacionadas con la ceguera o los cuartos oscuros que conectan directamente con esta obra», explica Aires. Su trabajo en esta temática le valió el Premio Caja Madrid por el vídeo Cataratas, un corto realizado con personas ciegas de nacimiento y la interpretación que hacían sobre las catástrofes mundiales.
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Málaga. Carlos Aires. Opening Night. CAC Málaga [1].
Del 23 de marzo al 6 de mayo de 2012.