El Museo Nacional de Cerámica y Artes Sunturarias González Martí de Valencia acoge Castaldo. De la Pintura a la Cerámica, la exposición antológica más ambiciosa realizada hasta el momento sobre la obra del artista de Sóller, que reúne más de 70 obras entre pinturas, dibujos, jarros y murales cerámicos. También cuadernos de dibujo, documentos y fotografías relevantes de su vida.
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La muestra tiene como objetivo mostrar lo más representativo de su producción, estructurada, con un sentido pedagógico, en las diferentes etapas que conforman su trabajo. Un audiovisual acompaña esta exposición donde quince prestatarios han cedido sus obras para que puedan verse en ella.
Lluís Castaldo se formó primeramente como pintor en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona y después como ceramista en la Escuela Massana, en donde tuvo la suerte de tener como maestro y amigo a Josep Llorens Artigas, uno de los ceramistas más importantes del momento.
Murales cerámicos
Su paso de la pintura a la cerámica se realizó a través de los murales cerámicos. El artista se identificó con las teorías de la Bauhaus y cambió los óleos por los colores cerámicos, en un deseo de integrar el arte a la arquitectura y a la vida.
Traspasó a cerámica un mural de Joan Miró, al que también le unió una gran amistad. El mural se instaló frente a la catedral de Palma en 1983 y se ha convertido en uno de los más conocidos del mundo. Castaldo también forma parte del Patronato de la fundación Pilar y Joan Miró de Mallorca, por expreso deseo de Miró.
Por influencia de Llorens Artigas, empezó con el trabajo de torno y combinó su producción muralística con los jarros cerámicos. Con ellos consiguió llevar el concepto del jarro un paso más adelante en su historia, tomando el relevo de los grandes ceramistas de torno anteriores: Llorens Artigas y Cumella. En sus obras se ha expresado con sinceridad y respeto hacia una tradición de milenios, pero sin descuidar su papel como actualizador de ésta.
Su camino de la pintura a la cerámica es recorrido en esta muestra, que exhibe obras de todas sus etapas para darle a conocer en profundidad y mostrar la personalidad de este artista original, que ha hecho, sobre todo, importantes aportaciones al objeto torneado, pero también a una manera de entender el oficio cerámico.
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El jarro, de útil a objeto bello
En Europa y recogiendo las influencias del oriente lejano, el jarro se convierte en un objeto bello con una perfecta integración de formas y esmaltes. Lluís Castaldo lleva al jarro al límite de las fronteras que lo definen, desafiando su propia naturaleza. Interviene sobre una de sus cualidades fundamentales: la simetría. Crea la visión frontal en un objeto tridimensional, rompe el depósito espacial comunicando el espacio interior con el exterior e invierte la posición del objeto mostrando una nueva manera de mirar lo conocido. La característica fundamental de sus jarros es su frontalidad. Consiste en destacar un punto de vista principal de un objeto sobre todos los demás. En él tiene lugar “la pintura”. Los demás puntos de vista son secundarios. Esta es su firma, su sello personal, lo que hace inconfundible un jarrón de Castaldo. |
El jarro cerámico había evolucionado a través de los años cambiando su función en su camino de integración en el arte.
Valencia. Castaldo. De la Pintura a la Cerámica. Museo Nacional de Cerámica y Artes Sunturarias González Martí.
Hasta el 27 de septiembre de 2009.
Comisaria: Carmen González Borrás.
