La recopilación y traducción de los epígrafes árabes del Palacio de Comares supone aproximadamente el 35% de las inscripciones que se calcula que existen en el recinto palaciego. La catalogación, que será puesta a disposición del público, incorpora las aportaciones realizadas en su día por otros investigadores, como Emilio Lafuente Alcántara, del siglo XIX, que realizó una ardua investigación de interpretación de las inscripciones.

Amplia información

Así, se puede conocer por medio de un DVD no sólo el significado de una inscripción, sino ver dónde se ubica exactamente, y además cuantas veces se repite por sus paredes; y también se puede saber el tipo de letra utilizada en los epígrafes o el material usado.

Las menciones al lema dinástico de la dinastía nazarí, en las que se dice que «No hay más vencedor que Alá», en su traducción al castellano, dominan la temática de estas inscripciones, aunque también existen epígrafes piadosos, coránicos o jaculatorios con el nombre de Alá.

Al contrario de lo que muchos pensaban, según el director del proyecto, las expresiones poéticas, pese «al gran interés» que han suscitado a lo largo del tiempo, representan un porcentaje mínimo del total, y tampoco abundan los fragmentos del Corán.

 

La residencia oficial del monarca

El Cuarto o Palacio de Comares constituía la residencia oficial del monarca, y está compuesto por un conjunto de dependencias agrupadas en torno al Patio de los Arrayanes, con galerías porticadas en los extremos, situándose al norte la Sala de la Barca y la Sala de los Embajadores, que ocupa el interior de la Torre de Comares, desde donde se domina el valle del Darro.

Yusuf I quiso que la decoración de su residencia oficial dejara maravillado al visitante, por lo que ordenó que se construyera y adornara de manera exquisita, aunque probablemente no viese terminada esta obra, ya que diversas inscripciones atribuyen su autoría a su hijo Mohamed V, que terminó su obra, el cual además, construyó una fachada a lado sur del Patio del Cuarto Dorado. En esta fachada encontramos dos puertas adinteladas iguales, alicatado sobre zócalo de cerámica, y decoración de yesería. Encima tenemos dos ventanas gemelas con arcos peraltados de festón y otra más pequeña en medio, rodeada de inscripciones del Corán. Todo el muro está decorado con bellísimos adornos y numerosas inscripciones, que rezan el lema «Sólo Dios es vencedor». En el friso de madera labrada podemos leer uno de los poemas que Ibn Zamrak dejó tatuados en el palacio nazarí.

La puerta de la izquierda de esta fachada nos lleva a una sala decorada con yeserías con friso de mocárabes y techo de lazo pintado en la época de los Reyes Católicos, con una inscripción que hace referencia a la toma de Granada.