En las obras de desmontaje, que se pueden prolongar entre uno y dos meses, se retirarán las 151 piezas que componen el grupo escultórico.
La causa son las fisuras aparecidas en las placas de piedra caliza negra de Calatorao (Zaragoza) que componen el revestimiento, de unos 15 cm de espesor, de estas dos piezas de cuatro metros de profundidad, nueve de altura y 16 de longitud. El conjunto escultórico se encuentra a unos 45 metros de altura sobre la entrada principal a la Abadía.
Importantes daños
Al parecer, el daño de la piedra es tan agudo como para exigir el desmontaje
completo y su reparación posterior, sin que exista la posibilidad de realizar la restauración in situ.
Dos grandes fragmentos de más de 10 kilos de peso se desprendieron en julio de 2008, lo que obligó al Patrimonio Nacional a clausurar el acceso principal al templo para proteger a sus visitantes, más de un millón al año.