Este proyecto incluye una animación extraída de la película de Hitchcock Los pájaros, interviniendo en ella la presencia del espectador. Los pájaros tan sólo son símbolos de nuestros miedos.
La fragilidad de nuestro decorado
Quien como espectador se asome a éste bosque, tal vez sólo se encuentre a sí mismo buscando en su propia caverna. Unas delicadas porcelanas rotas, resquebrajadas, reconstruidas en un intento inútil de volver a su primer estado, dejan claramente probada la posibilidad de la no existencia, la fragilidad de nuestro decorado.
Pintora, grabadora y escultora, Concha García es licenciada en la especialidades de Pintura y Grabado por la Facultad de Bellas Artes de San Fernando. Su obra recurre a la memoria a través de la repetición y la diferencia, entendiendo que la repetición es lo predecible, el orden susceptible de ser vuelto del revés, y la diferencia lo impredecible, el caos. De este modo sus piezas traducen el hiperrealismo de lo concreto con todo tipo de materiales: parafina, papel, metacrilato, tinta, collage, madera, eskay. Utilizando un sistema de representación fragmentario que se conserva a cualquier escala, se remonta a la tradición medieval, cuando una piedra servía para representar una montaña. De este modo, los rasgos genéricos adquieren un carácter global, al igual que en la naturaleza.
Madrid. Concha García. En lo profundo del bosque. Galería Fúcares [1].
Del 25 de abril al 30 de mayo de 2009.