Contarlo todo sin saber cómo reflexiona sobre qué se puede y qué se quiere contar desde el arte, qué papel juega la emoción en la narrativa y qué contenidos en cuanto a ficción, realidad, política y sociedad aparecen en la creación contemporánea. En la muestra participan 10 artistas de distintos países: Eija-Liisa Ahtila (Finlandia), Rosana Antolí (España), Rosa Barba (Italia-Alemania), Keren Cytter (Israel), Kajsa Dahlberg (Suecia), Lilli Hartmann (Alemania-España), Rosalind Nashashibi / Lucy Skaer (Gran Bretaña), Christodoulos Panayiotou (Chipre), Job Ramos (España) y Alex Reynolds (España), que presentan una serie de obras clave para hablar de narratividad y arte contemporáneo, incluyendo varias instalaciones, proyectos de vídeo y film, fotografías y obras basadas en texto que conviven en un diálogo permanente en el que destaca la necesidad de interacción con el usuario.
Experimentación y narración
El arte es una excelente plataforma desde la cual experimentar con la narración, ya que en él los lenguajes y su lectura se modifican constantemente. Cada artista y cada usuario alteran la concepción sobre qué es una obra de arte, qué es lo que se cuenta o cómo se recibe. No existen normas estrictas definidas, con lo que las posibilidades de escape poético son múltiples. La exposición incluye una serie de ejemplos sobre cómo explicar, cómo deconstruir una historia, cómo analizar y trabajar los personajes, lecturas paralelas al documental y también a lo cinematográfico, así como también un contacto con la literatura y la definición de la historia.
La novela, Félix González Torres
La novela incorpora todas las obras presentadas en la exposición –y otras más– dentro de su trama y se convierte en la base conceptual y discursiva del proyecto. Dos personajes deambulan en su madurez recientemente estrenada después de conocer la muerte del artista cubano-estadounidense Félix González-Torres, un referente importantísimo en cuanto a la incorporación de la narración en el arte desde lo emocional, lo político y lo personal. La muerte de González-Torres se convierte en el inicio de un doble recorrido que se estructura mediante obras de arte.
La escritura de la novela pone al límite algunos papeles: el comisario utiliza las obras de arte absolutamente desde la subjetividad para crear una estructura narrativa en la ficción, las obras pasan a ser material literario y leído, los visitantes del centro de arte se convierten en lectores y los lectores de la novela están, al mismo tiempo, visitando una exposición que sucede en las páginas del libro.
Móstoles (Madrid). Contarlo todo sin saber cómo. Centro de Arte Dos de Mayo.
Del 13 de junio al 11 de noviembre de 2012.
Comisario: Marti Manen.