La muestra, titulada Salvador Dalí, Liquid Desire!, organizada por la National Gallery of Victoria de Melbourne junto con la Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueres y el Salvador Dalí Museum de San Petersburgo (Florida), reúne más de 200 obras del autor catalán, entre pinturas, dibujos, acuarelas, grabados, esculturas, moda, joyería, cine y fotografía, que provienen de las dos mayores colecciones de Dalí en el mundo.
La excelencia de Dalí
Según el director de la NGV, Gerard Vaughan, “esta exposición traza la innovación extraordinaria que el artista aportó al arte en cada etapa de su destacada carrera, desde los primeros años, como un joven de excepcional talento, hasta las obras majestuosas de cuando tenía setenta años”.
Además, también muestra la excelencia de Dalí a través de secciones cronológicamente ordenadas, la primera de las cuales ofrece al visitante un hábil joven pintor impresionista gracias a la que se considera su primera obra maestra: Autorretrato con cuello rafaelesco.
A continuación, la muestra, comisariada por Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos de la Fundació Gala‐Salvador Dalí; Joan Kropf, curator del Salvador Dalí Museum de Florida, y Tedd Gott, curator de la NGV, se centra en la experimentación con el cubismo, el arte abstracto, el neoclasicismo y el nuevo objetivismo que Dalí lleva a cabo durante su época de estudiante, así como su liderazgo dentro del movimiento surrealista en el París a los años 30.
Salvador Dalí: Liquid Desire también incluye la obra más significante de Dalí que pertenece a una colección australiana: El teléfono langosta, que se encuentra en la National Gallery of Australia. Los espectadores harán asimismo un recorrido por la contribución de Dalí al cine del s. XX, empezando por su colaboración con Luis Buñuel, pasando por su implicación con Alfred Hitchcock y con otros directores de Hollywood durante los años 40.