Con un diseño compacto y ergonómico, junto con la integración de las zonas de almacenamiento, electrodomésticos y superficies de trabajo, Schütte-Lihotzky simboliza el compromiso de transformar las vidas de la gente común, aquellos antiguos y cerrados fogones, en los luminosos espacios que ahora conocemos, adquiriendo una escala mucho más ambiciosa.
Aquella cocina anteriormente oculta a la vista, en sótanos o espacios anexos, se convirtió en una forma de pensamiento moderno dentro de una esfera doméstica, en un campo de pruebas para nuevos materiales, recientes tecnologías, renovadas fuentes de energía, así como en un trampolín para la reorganización racional del espacio de trabajo dentro de el hogar.
Relación con los alimentos
Gracias a las innovaciones de Schütte-Lihotzky y sus contemporáneos en la década de 1920, las cocinas han seguido un camino para articular nuestra relación con los alimentos que comemos, la vida familiar en torno a la cocina, el consumismo e, incluso, la ideología política, como el caso del célebre debate de 1959 "Debate de cocina" entre Richard Nixon y Nikita Jruschov en Moscú en el apogeo de la Guerra Fría.
En la muestra se otorga especial atención a la contribución de la mujer en esta evolución, no sólo como principal consumidora y usuaria de la cocina durante el período que abarca la exposición, sino también señalando a reformadoras, arquitectas, diseñadoras y artistas que han abordado críticamente la cultura de la cocina y sus mitos.
Nueva York. Counter space: desing and the modern kitchen. MoMA [1] (Museum of Modern Art).
Del 15 de septiembre de 2010 al 14 de marzo de 2011.