La exposición, similar en cuanto a las obras que incluye pero con una nueva concepción a la muestra Entre dioses y hombres que pudo admirarse en el Prado hasta el mes pasado, reúne las colecciones de escultura clásica de ambas instituciones museísticas, compradas casi simultáneamente en Italia a principios del siglo XVIII por el rey de Sajonia Augusto el Fuerte y el rey español Felipe V.
Además, la muestra de Dresde trata también de revelar los cambios que han sufrido a lo largo de los siglos estas estatuas. A su llegada a España y Sajonia, las esculturas romanas, en su mayoría fragmentadas, fueron restauradas y recompuestas por los escultores del barroco, modificando su verdadera naturaleza.
Transformación a lo largo de los siglos
Los restauradores de la época llegaron a crear nuevas composiciones con la combinación de fragmentos de distintas estatuas, algo que se aprecia en el distinto tono de los mármoles y en sus añadidos. En siglos posteriores, tras nuevos descubrimientos arqueológicos, se fueron eliminando en muchos casos los añadidos del Barroco para tratar de devolver a las estatuas su forma original.
La exposición ofrece ejemplos comparativos de una misma estatua en su versión de restauración barroca, con añadidos surgidos generalmente de la fantasía, y la pieza original como fue hallada en su día con la pérdida de extremidades y cabeza. Pero Dioses transformados hace igualmente referencia a los cambios sufridos en cuanto a la imagen de las divinidades de la antigua Grecia a Roma.
Dresde. Dioses transformados. Albertinum [1].
Del 20 de mayo al 27 de septiembre de 2009.