A principios de los sesenta, Konrad Fischer –o, mejor, Konrad Lueg, ya que al principio firmaba con el apellido de soltera de su madre– estudió pintura en la Kunstakademie de su ciudad, donde tuvo como maestros a Bruno Goller y Karl Otto Götz. Allí conoció a otros artistas como Manfed Kuttner, Sigmar Polke y Gerhard Richter, con quien, en octubre de 1963, llevó a cabo una espectacular acción en una tienda de muebles: Leben mit Pop – eine Demonstration für den kapitalistischen Realismus (Vivir con el pop. Una manifestación a favor del realismo capitalista). Este primer acto público de ambos artistas fue al mismo tiempo performance, happening, exposición alternativa, al margen de las galerías establecidas, y acto de protesta.
Konrad Fischer pronto se integró en la joven vanguardia de Alemania Occidental. La primera parte de esta exposición constará de una selección de obras del periodo comprendido entre 1964 y 1969. En un primer momento, se encontrarán motivos del mundo del deporte: futbolistas y boxeadores. A partir de 1965, se interesa por los motivos y patrones seriales; utiliza tejidos industriales y láminas de plástico para pintar encima, crear formar simples o como elementos de base con los que componer instalaciones murales. Finalmente expone en París (1968) y en Múnich (1969) telas pintadas con colores fosforescentes que capturaban momentáneamente las sombras de los visitantes proyectadas por flashes fotográficos.
En casa de Konrad
El 29 de octubre de 1967, en la Neubrückstrasse 12 de Düsseldorf, Konrad Fischer inauguró un espacio para el arte contemporáneo. Abrió con Altstadt Rectangle, obra del escultor estadounidense Carl André. Fischer se instaló en el angosto pasaje que llevaba al patio interior de la finca, evitó a propósito el nombre de «galería» y todas sus exposiciones recibieron la denominación Bei Konrad Fischer (En casa de Konrad Fischer).
En su nueva función de promotor y galerista, invitó a Düsseldorf a la vanguardia internacional de su generación, en especial con la idea de desarrollar proyectos específicos para aquel espacio insólito y singular. Retrospectivamente, la cronología de las exposiciones de los primeros años puede leerse como una enciclopedia del arte conceptual y minimalista de la época. Muchos artistas jóvenes, alemanes e internacionales, hicieron su primera exposición en casa de Konrad Fischer, desde donde sus obras llegaron posteriormente a las colecciones privadas y públicas más importantes de Europa.
Para Friedrich Meschede, comisario de la muestra, "Fischer acabaría
convirtiéndose en un comisario
muy influyente. A finales de la década de los 60, invito a
varios artistas americanos a exponer en Europa por primera vez. Entre
1967-1969 el arte minimal y conceptual llega a Europa a través de esta
figura de vital importancia que contribuirá a su posterior desarrollo y
distribución por el continente".
En las otras salas del MACBA se mostrarán obras del archivo –reunido a lo largo de muchos años de colaboración con artistas– con el que convivieron Dorothee y Konrad Fischer, y que determinó la vida cotidiana de la pareja.
Una nueva tendencia
Vistas desde la perspectiva actual, las obras de Bruce Nauman, Carl André, Donald Judd y Dan Flavin constituyen ejemplos fundamentales del arte de aquella época en el ámbito de la escultura; en el del arte conceptual, resultan paradigmáticas las piezas de Sol LeWitt, Hanne Darboven y Richard Long; la pintura está representada por Robert Ryman y Robert Mangold, y la fotografía conceptual por Bernd y Hilla Becher y Jan Dibbets.
La colección reúne la totalidad de la producción temprana de Gilbert y George, así como algunas obras extraordinarias de Eva Hesse, que desgraciadamente murió antes de poder establecer una colaboración duradera. Algunas piezas de On Kawara, Piero Manzoni, Joseph Beuys y Giuseppe Penone, además de un impresionante grupo de obras de Mario Merz, completan la panorámica del arte conceptual europeo de la época.
A principios de la década de 1980, Fischer intentó iniciar una nueva tendencia con artistas de una generación más joven, como evidencian las obras de Thomas Schütte, Wolfgang Laib y Harald Klingelhöller. Se trata de una generación que, como en el caso de Juan Muñoz, también adoptó un cariz internacional. La exposición finaliza con Raum für einen Tag (Habitación por un día) de Gregor Schneider. Konrad Fischer estaba convencido de que en todas las épocas hay buenos artistas.
Algunas de las obras de esta exposición están dedicadas a Konrad, a Dorothee, a Berta o a Kaspar (los dos hijos de la pareja), una muestra de la estrecha amistad que unía a la familia del galerista con los artistas que fueron acogidos «en casa de Konrad Fischer». Su extensa actividad como galerista y comisario de exposiciones pone de relieve, sobre todo, una actitud respecto al arte que le sirvió para crear y llevar a cabo un proyecto vital distinto, en el que participaron también todos sus interlocutores en ese diálogo.
Comisario muy influyente
Además de los múltiples proyectos desarrollados en su galería, Konrad Fischer extendió su actividad como comisario de exposiciones más allá de las paredes del número 12 de la Neubrückstrasse.
En verano de 1968, cuando por iniciativa de la asociación de marchantes de arte alemán progresista se celebró el Colonia el primer Mercado de Arte, Fischer criticó el hecho de que sólo se hubiera invitado a marchantes alemanes. Como alternativa, poco después, en un tiempo récord y con la colaboración de Hans Strelow, organizó en la Kunsthalle de Düsseldorf la exposición Prospect 1968, y como si siguiera las consignas de un manifiesto, invitó exclusivamente a galeristas internacionales y a sus artistas. Un año después se celebró Prospect 1969, en la que se reafirmaba la voluntad de reunir a la vanguardia internacional en Düsseldorf durante una semana.
La internacionalización y el espíritu de cambio que caracterizaron el arte europeo de aquellos años se remonta no solo a las exposiciones que comisarió en instituciones públicas, sino también al programa de exposiciones de su galería, siempre fiel a su compromiso artístico. En 1969, en el Städtisches Museum de Leverkusen, organizó una exposición legendaria: Konzeption/Conception. Dokumentation einer heutigen Kunstrichtung (Concepción. Documentación de una corriente artística actual). En 1971, Prospect 71. Projection, en la que se mostraban fotografías y películas/vídeos contemporáneos, fue la primera exposición dedicada exclusivamente a este medio en Europa.
Compleja personalidad
Hay que destacar que el compromiso de Fischer se materializó en ambas direcciones, ya que también llevó a la joven vanguardia europea a Nueva York con le exposición de Europa, que tuvo lugar en la John Weber Gallery en 1972. Ese año fue el punto culminante de su actividad como comisario: Harald Szeemann le invitó a dirigir, junto a Klaus Honnef, una parte esencial de la Documenta 5 de Kassel titulada Idee + Idee/Licht (Idea + Idea/Luz).
La edición de 1973 de Prospect, titulada Malers/Painters/Peintres, presentaba las tendencias contemporáneas de la pintura. En 1976, la última edición de la serie, ProspectRetrospect. Europa 1946-1976, sirvió para desarrollar un nuevo tipo de exposición. Finalmente, en 1979 Konrad Fischer comisarió una exposición en Zúrich titulada Mit einem gewissen Lächeln? (¿Con una cierta sonrisa?)
Junto a la documentación sobre la actividad de Konrad Fischer como galerista, el Centro de Estudios y Documentación MACBA presentará por primera vez material relacionado con sus proyectos como comisario de exposiciones. Así se completa el retrato de la compleja personalidad de una figura que ejerció una influencia decisiva en la evolución del arte conceptual de aquellos años.
Barcelona. Con la probabilidad de ser visto. Dorothee y Konrad Fischer. Archivos de una actitud. Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA).
Del 14 de mayo al 12 de octubre de 2010.
Comisario: Friedrich Meschede.
Del 13 de noviembre de 2010 al 20 de marzo de 2011 en el Museum Kurhaus
Kleve.