Aitken ha expuesto su obra en la Serpentine Gallery de Londres, en el Centro Georges Pompidou de París y ha participado en la Bienal del Whitney en dos ocasiones. En 2007 presentó un megaproyecto en Nueva York, Sleepwalkers, en la que proyectaba sobre el edificio del Museum of Modern Art (MoMA), convirtiéndolo en pantalla, escultura e instalación al mismo tiempo.
En la instalación, Black Mirror retrata a toda una generación nómada y dependiente de la información a través de una road movie en la que su protagonista viaja constantemente de un lugar a otro sin llegar a saberse nunca de dónde viene o a dónde pretende llegar ni por qué. Protagonizado por la actriz Chloë Sevigny, su omnipresente figura recorre escenarios anónimos pero cargados de connotaciones y referencias al viaje y al mundo anónimo actual.
Hoteles y carreteras se suceden al igual que las llamadas telefónicas y las referencias tecnológicas. En sus diálogos con un interlocutor desconocido, la protagonista hace referencia a lo corto y banal de sus contactos en contraste con el aislamiento o las grandes distancias que deben recorrer. Es un retrato de los tiempos que corren, de la gente que apenas vemos en los pasillos de los hoteles o en los aeropuertos. Las imágenes que aparecen en los cinco monitores se reflejan en los espejos hasta el infinito creando el efecto de que el relato sucede innumerables veces, que el personaje puede ser cualquiera. Es cualquiera con un ideario resumido en tres palabras: “Exchange, connect and move on”: Intercambia, conecta y sigue adelante.
La exposición se complementa con una serie de fotografías y cajas de luz de reciente factura. En ellas, el artista sigue explorando la sociedad actual desde el punto de vista de la cultura popular y de masas. Son escenas o referencias que resultan familiares (un aeropuerto, una puesta de sol, un cartel publicitario…) en especial al mundo californiano que va desde Hollywood hasta Ed Ruscha. Sin embargo, Aitken, al proponer el punto de vista de lo sublime, nos lleva a mirarlas como si fueran la imagen icónica en sí misma.
Madrid. Black Mirror. Doug Aitken. Galería Helga de Alvear [1].
Del 19 de enero al 10 de marzo de 2012.