Freixa, arquitecto y colaborador de Josep Lluís Sert (autor del edificio de la institución y amigo de Miró), se convierte así en el quinto presidente del Patronato de la Fundació, después de Joaquim Gomis, Joan Teixidor, Oriol Bohigas y Eduard Castellet.
Eduard Castellet es, además de escritor y editor, industrial del sector de la confección, cofundador de la revista Promos, miembro fundador de la Fundació Llorenç Artigas y miembro de la Fundació Phonos de música electroacústica. Miembro de la AELC (Associació d’Escriptors en Llengua Catalana) ha publicado varios textos autobiográficos, como Norbury. Barcelona: Ed. 62, 1987; L’edat breu. Barcelona: Ed. 62, 1989, y Passeig enrere. Barcelona, 2000.
Institución pionera
La Fundació Joan Miró es una fundación privada catalana. La representación, el gobierno, la administración y disposición de los bienes fundacionales dependen de un Patronato, que en sus orígenes estaba formado por un grupo de intelectuales, artistas, amigos y familiares de Joan Miró. Actualmente está formado por un máximo de veinticinco miembros, entre los que hay representación de la Generalitat de Catalunya, el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de Barcelona, y también del mundo artístico y empresarial.
La institución abrió sus puertas al público el 10 de junio de 1975. Sus orígenes están ligados a la primera gran exposición de Miró en Barcelona, en 1968, en el antiguo Hospital de la Santa Creu. Diversas personalidades del mundo del arte y la cultura comprendieron entonces la oportunidad histórica de disponer en Barcelona de un espacio de referencia de su obra. Conforme a la voluntad del artista, la nueva institución debía fomentar el conocimiento y la difusión del arte más actual en todas sus vertientes.
Comprometida con el arte contemporáneo
En un momento en que el panorama artístico y cultural era ciertamente exiguo, la Fundació Joan Miró aportó vitalidad, con un nuevo concepto de museo, más dinámico, donde la creación de Miró convivía con las manifestaciones artísticas más diversas, carácter que quedaba reflejado en el epígrafe CEAC (Centro de Estudios de Arte Contemporáneo). Fue, en definitiva, la primera institución pública creada en la ciudad comprometida en la difusión del arte contemporáneo.
En 1988, el edificio de la Fundació fue ampliado con el fin de ganar espacio expositivo, lo que dio cabida a nuevos servicios y permitió reubicar las oficinas. La ampliación fue proyectada por el nuevo presidente del Patronato, Jaume Freixa, amigo y discípulo de Sert.