«Barcelona no permitirá que la cultura dé ningún paso atrás», ha explicado Hereu tras reunirse con Mascarell, a quien ha ofrecido que el Ayuntamiento sufrague los recortes que afectarán al Liceu, al MACBA o a L’Auditori y a las obras del Museu Nacional de Ciències Naturals, del centro de arte del Canòdrom y del futuro museo del diseño (DHUB). Mascarell, que durante muchos años fue el responsable del Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, habría pedido al consistorio «un esfuerzo» porque, según el conseller, éste tiene «una situación económica un poco mejor resuelta».
Jordi Hereu y Ferran Mascarell se han reunido hoy por espacio de más de dos horas y posteriormente han comparecido, por separado, en rueda de prensa para explicar lo tratado. Tanto Hereu como Mascarell han calificado la reunión de «positiva» y «clara», y ambos han expresado una «buena predisposición» para trabajar. Ambos han acordado constituir los próximos días una comisión conjunta para evaluar la situación y necesidades de cada equipamiento y encontrar una solución para que «sufran lo menos posible los recortes».
Ni un paso atrás
El conseller ha recordado que las dificultades económicas de la Generalitat obligarán a recortar entre un 15 y un 20% los gastos de los grandes equipamientos culturales, pero Hereu no está dispuesto a que la capitalidad cultural de Barcelona «se resienta» ni a que «dé ningún paso atrás». Además, el alcalde ha anunciado que el Museu Nacional de Ciències Naturals se inaugurará a finales de este mes como estaba previsto, aunque no tendrá constituido su consorcio.
Mascarell, sin embargo, ha dejado para «medio y largo plazo» las decisiones sobre algunos equipamientos. «No podemos resolver en dos meses lo que no se ha concretado en cuatro años», se ha quejado el conseller, que se ha mostrado partidario de replantearse el proyecto del Canódromo de La Sagrera.