En base a esa idea, la Fundación Canal presenta en Madrid la exposición Do It Yourself Art (El Arte del Hágalo Usted Mismo), proceso por el cual una obra de arte puede ser ejecutada por cualquiera o incluso por una máquina. De esta forma desaparece la necesidad del talento o la creatividad individual. La obra de arte se libera de su creador, quien se limita a proporcionar las instrucciones o los materiales necesarios para su producción. Los espectadores se convierten en artistas y los artistas en espectadores. La corriente Do it yourself es resultado del proceso de democratización del arte presente en una buena parte de los artistas internacionales del pasado siglo.
Amplio abanico
La muestra integra un amplio abanico generacional que cubre de 1874 a 1984. Desde reconocidos artistas del siglo XIX, como el ruso Kazimir Malevich o el estadounidense Man Ray, a destacados autores del XX, como Jean Tinguely, Andy Warhol, Michelangelo Pistoletto, Damien Hirst o el equipo formado por Gilbert & George, y jóvenes creadores contemporáneos como la española Naroa Lizar.
El espectador podrá contemplar e interactuar con el trabajo de cerca de 80 artistas –la mayoría en activo– de más de una decena de nacionalidades europeas, cinco americanas y cuatro autores asiáticos, entre los que se encuentra la artista Yoko Ono, que, con el título Pieza de deseo, presenta un árbol del que cuelgan papeles en los que los visitantes pueden formular sus deseos. “Cuando era una niña en Japón solía ir a un templo y escribir un deseo en una tira de papel y colgarla de la rama de un árbol. Los árboles de los patios del templo estaban siempre repletos de los deseos de la gente, asemejando desde la distancia flores blancas en brote”, escribió esta artista representante del arte conceptual de los años sesenta y miembro del grupo Fluxus.
Marcel Duchamp
El término Do it yourself se emplea para describir la forma de construir, modificar o reparar algo sin la ayuda de expertos o profesionales. Se convirtió en un término de uso común en los años 50 en referencia a los trabajos de reforma de una casa que cualquier puede hacer por sí mismo.
Marcel Duchamp fue precursor de este movimiento en los años 20 del siglo pasado al sacar de su contexto un urinario, firmarlo como R. Mutt y convertirlo en una fuente (La Fuente, 1917). Con ese gesto escandalizó a sus coetáneos y pasó a la posteridad como inventor del readymade, una iniciativa que busca dotar de alma artística a los objetos cotidianos y remarcar que lo importante no son las habilidades manuales del artista, sino el contexto en el que se seleccionan o se muestran los objetos. Su idea no ha dejado de inspirar a otros creadores y las secuelas de aquella revolucionaria iniciativa llegan hasta nuestros días.
Convertirnos en artistas
Malevich, Sol Lewitt, Jean Tinguely, Daniel Imboden o Yoko Ono nos ofrecen en esta muestra la posibilidad de convertirnos en artistas en muy diversas formas y grados: bien siguiendo las instrucciones de un manual, bien ejecutando el mecanismo de ingeniosas máquinas creadoras; o utilizando las piezas de un completo kit. En suma, el espectador tiene la oportunidad de desarrollar la creatividad por sí mismo e, incluso, como en el caso de las obras del artista austriaco Erwin Wurm, ser parte integral de una de sus Esculturas de un minuto.
En otros casos, los artistas proporcionan al público precisos manuales de instrucciones para la elaboración de sus trabajos artísticos, como en el caso de Daniel Spoerri con sus Instrucciones y certificado de garantía para la fabricación de un Tableau piegé (cuadro capturado).
Adicionalmente, por primera vez, la obra de arte se ejecuta en vivo en la sala de exposiciones, dando la oportunidad al espectador de convertirse en testigo del acto del Do it yourself.
Arte que produce arte
Como apuntó en su presentación el alemán Klaus Littmann, comisario de la muestra, estamos ante “arte que produce arte. Arte que cualquiera puede producir. El Do-it-yourself Art democratiza el arte, lo despoja de su aura mística y acaba con el estatus del artista como genio creativo solitario”.
Otras grandes contribuciones al desarrollo de esta corriente llegan de la mano de Jean Tinguely, con su Mes étoiles-concert pour sept peintures (Mis estrellas-concierto para siete pinturas); de Niki de Saint Phalle, con sus Shooting Paintings, y de Kazimir Malevich. Su famoso Cuadrado negro, de 1913, anunciaba la aparición y el desarrollo de esta corriente en el siglo XX. “Hoy la producción artística –escribió doce años después– se ha simplificado a tal extremo que lo mejor que uno puede hacer es encargar por teléfono sus cuadros a un pintor de brocha gorda, mientras está tirado en la cama”. Nunca en la historia del arte se ha estado tan cerca del pensamiento que hay detrás del concepto del Hágalo usted mismo. Las palabras de Malevich son un preciso manual de instrucciones y, a la vez, una declaración de la aproximación al arte moderno por parte del Suprematismo, apostilló Littmann.
Madrid. Do It Yourself Art. Fundación Canal [1].
Hasta el 24 de julio de 2011.
Comisario: Klaus Littmann.