Esculturas vivientes
El comisario de la exposición y director del CAC de Málaga, Fernando Francés, ha explicado que “las genuinas imágenes femeninas tomadas de revistas de moda e intervenidas con pintura de Susy son ampliadas después en formato fotográfico otra vez, para presentarlas apoyadas sobre el suelo como si fueran esculturas. Como si estas modelos estuvieran en una pasarela real y el público pudiera tener con ellas la relación directa y próxima que se les niega precisamente en todo pase de modelos”.
La muestra gira en torno a la necesidad vital de cuestionarse el presente, el destino, el sentido de la vida y la identidad desde múltiples ámbitos. No sólo trata de mostrar sino de introducir al espectador en la experiencia del acto creativo de la artista. Son imágenes de gran belleza con un cierto halo de misterio que responden a necesidades diferentes, enfatizando el diálogo interior de cada una de ellas, por una parte, y la suma de sus distintas voces como metáfora del diálogo intergeneracional.
Estética posconceptual
“Bajo un sentido autobiográfico -afirma Fernando Francés- intimista y siempre confesional, pero lejos de una posición crítica y agria, su mirada transmite un sentimiento optimista próximo a la seducción. Las modelos que Susy utiliza, entre las que se encuentran Claudia Schiffer, Marina Pérez o Carmen Kass, se convierten en estatuas en las revistas o en las pasarelas, pero ella les reconstruye el corazón, las dota de un alma y las vuelve a situar en medio de lo vivo.”
Como otros artistas de su generación, Gómez desarrolla una estética posconceptual, difícil de encasillar, para edificar diferentes discursos con preferencia por los temas del cuerpo y la identidad. Técnicamente, su obra es muy variada, respondiendo a diferentes intencionalidades, yendo desde el dibujo a la escultura con materiales diversos, de los más efímeros y frágiles, que van de la llama de una vela al bronce o al hierro, pasando por el vídeo y unos usos muy personales de la instalación y la fotografía.
Su temática es también muy amplia, abarcando desde los recuerdos autobiográficos hasta unas propuestas herméticas en las que símbolos figurativos se utilizan como símbolos abstractos. Sus imágenes son siempre de cosas que nos son cercanas, de la naturaleza o de la vida cotidiana: ojos, corazones, mariposas, flores, casas, montañas o vestidos que funcionan como metáforas abiertas.
A sus tres hermanas
“La exposición -afirma Susy Gómez- está dedicada a las tres hermanas de mi padre, Emma, Adonina y muy especialmente a la mayor, mi tía Licinia. Esta es mi forma de reconocer muy profundamente la vida y la obra de estas mujeres, que me han inspirado y me han dado la fuerza necesaria para dedicar mi vida al arte".
La muestra se completa con una videoperformance paralela que recoge imágenes y movimientos, en los que varias personas reconocen a sus antepasados, que tuvieron un destino inesperado para la época en la que vivieron, a través de sus retratos, pertenencias y paisajes que evocan sus vivencias. Todo ello, a partir de una fotografía de principios de siglo tomada en la Cala Sant Vicenç, donde se crió Susy Gómez, en la que aparece un grupo de mujeres y hombres formando un círculo.
Málaga. El timón de mis almas. CAC (Centro de Arte Contemporáneo).
Hasta el 31 de junio de 2009.